CIUDAD DEL VATICANO (AFP, EFE). El anuncio de la Santa Sede se hizo después de que Francisco recibiera al arzobispo de Concepción, Fernando Chomali, considerado entre los candidatos a remplazar al controvertido cardenal Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago de Chile.
Desde agosto pasado la justicia chilena había informado a las autoridades eclesiásticas de la apertura de una investigación contra el obispo de Chillán tras una serie de acusaciones de abusos sexuales.
El obispo de San Felipe, en la región donde se registró el mayor número de denuncias, también es investigado por la justicia de su país por abusos sexuales cometidos hace unos diez años.
El Papa hasta ahora ha aceptado la renuncia de siete obispos chilenos, los cuales han sido sustituidos por administradores apostólicos.
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De las 27 jurisdicciones eclesiásticas de Chile, ocho se encuentran vacantes y a cargo de administradores apostólicos, precisó el Vaticano.
Entre los obispos que han sido cesados figuran el de Osorno (Juan Barros), Valparaíso (Gonzalo Duarte), Puerto Montt (Cristián Caro), Rancagua (Alejandro Goic) y Talca (Horacio Valenzuela).
En mayo pasado los obispos chilenos, más de una treintena, presentaron su renuncia en bloque tras reunirse con Francisco, a quien víctimas y expertos piden que aplique con firmeza la “tolerancia cero” contra la pederastia.
La Iglesia Católica chilena está en el ojo de la tormenta por los escándalos de pederastia, y el Papa decidió sanear la institución tras recibir informes detallados luego de su visita en enero a ese país.
La espina del pontificado
La justicia chilena ha abierto hasta ahora 119 causas por casos de abusos sexuales y encubrimiento en el seno de la Iglesia Católica y ha allanado varias sedes de obispados, algo poco usual en la historia de América Latina.
La Iglesia Católica ha sido sacudida durante los últimos 25 años por numerosos escándalos de pederastia en varios países, desde Estados Unidos hasta Irlanda y Australia, una verdadera espina para el pontificado de Francisco.
Elegido hace cinco años para hacer cambios en una iglesia sacudida por los escándalos, el primer papa latinoamericano de la historia encara en los últimos meses duras críticas tanto internas como externas para que tome medidas concretas contra la pederastia y sus encubridores.
Por ello convocó para febrero del 2019 en el Vaticano a todos los presidentes de las 112 conferencias episcopales, una cita clave.
“Se espera que esa cumbre sea un verdadero punto de inflexión, radical, convincente, estructural y urgente” de encarar el fenómeno de la pederastia en la Iglesia, escribió el religioso chileno Luis Badilla para la página Religión Digital.
