CERCA DE BAGHUZ, Siria (AFP, EFE). Los combatientes kurdos y árabes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) habían iniciado el viernes pasado su ofensiva en la localidad de Baghuz, pero tuvieron que interrumpirla ya que miles de mujeres y niños, así como numerosos heridos abandonaron el sector los últimos días.
Los últimos yihadistas están allí acorralados.
Solo el martes, unas 3.500 personas, 500 de ellas yihadistas que se rindieron, fueron evacuadas a bordo de grandes camiones hacia una posición de las FDS cercana a Baghuz, según un portavoz de las fuerzas anti-EI, Mustafa Bali.
Mientras, los combatientes árabo-kurdos esperan.
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Los que salieron el martes de Baghuz, en su mayoría venidos de Francia, Bélgica o Finlandia, aseguran que aún habría varios miles de personas en el bastión yihadista.
En los llanos cerca de Baghuz, un océano de mujeres en niqab negro formaban fila el martes para ser registradas, constató AFP.
Luego de ser registradas, muchas de ellas se instalan en el piso con sus bebés, en medio de botellas de agua, pan y pañales que les fueron distribuidos.
También hay hombres, recostados sobre camillas o en equilibrio con muletas.
“Aún hay mucha gente”, dice una belga de 24 años, que creció en Francia y que se presenta como Safia.
Su marido, un francés, sigue en el sector de los yihadistas. Solo quiere “descansar y pensar” dice la mujer que salió “de un traumatismo”.
En 2014 los yihadistas del grupo Estado Islámico lanzaron una ofensiva relámpago que les permitió autoproclamar en junio de ese año un “califato” en Siria e Irak.
Miles de extranjeros, entre ellos europeos, se unieron al grupo yihadista que desde hace dos años pierde terreno por las múltiples ofensivas.
Más de 57.000 personas, principalmente familiares de yihadistas, dejaron el último bastión desde principios de diciembre.
