Apuntó que el tratamiento a los inmigrantes es uno de los temas que podrían convencerlo de salir de la discreción a la que generalmente se someten los expresidentes estadounidenses.
Aunque sobre su futuro inmediato dijo que dedicaría tiempo “a escribir”, “estar callado por un tiempo sin escucharme hablar tanto, quiero pasar tiempo con mis hijas (Malia y Sasha)”, para luego concluir que para los estadounidenses “todo saldrá bien”.
Mensajes para Trump
En su conferencia Obama evitó criticar a Trump, pero analizó en detalle aspectos de su política externa, en especial la relativa a Israel y Rusia, y se permitió enviar sesgados mensajes a su sucesor.
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Con relación a Israel, Obama dijo que la situación entre israelíes y palestinos era “insostenible” y alertó que cambios “unilaterales” en un ambiente “volátil” podrían ser “explosivos”. La frase alude a la intención de Trump de transferir la embajada de EE.UU. en Israel de Tel Aviv a Jerusalén.
“Estoy preocupado porque el status quo es insostenible. Es peligroso para Israel, es malo para los palestinos y es malo para toda la región; es malo para la seguridad nacional de Estados Unidos”, dijo.
Para el mandatario, la prioridad es “preservar la posibilidad de una solución de dos Estados”.
Con relación a Rusia, Obama aseguró que es de interés de Washington mantener relaciones “constructivas”, pero que esa perspectiva no evolucionó porque el diálogo bilateral tomó otro camino.
Según el presidente saliente, tras el regreso de Vladimir Putin a la presidencia, en 2012, una creciente “retórica antiestadounidense” y un “espíritu confrontativo”, que evocaba a la Guerra Fría, “hicieron la relación más difícil”.