BOGOTÁ (AFP). “Incertidumbre y sorpresa total”, repiten analistas luego del rechazo en las urnas (50,21% para el “no” frente al 49,78% para el “sí”), que contradijo todas las previsiones.
El Gobierno, las FARC y los sectores que piden un acuerdo más justo e incluyente se plantean cómo avanzar ahora.
El presidente Juan Manual Santos anunció tras el plebiscito que continuará buscando un acuerdo de paz, convocando a todas las fuerzas políticas. “Buscar puntos de encuentro y de unidad es ahora más importante que nunca. Y es lo que vamos hacer”, dijo.
La reunión se desarrolló ayer en la presidencial Casa de Nariño con todos los partidos invitados, pero con ausencia del Centro Democrático, liderado por el expresidente Álvaro Uribe, firme crítico de las excesivas concesiones a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), grupo de ideología autoritaria que, además, es un poderoso cártel del narcotráfico. El exmandatario y actual senador llamó “a un gran pacto nacional” para encarar las negociaciones con las FARC.
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Comisión de alto nivel
Posteriormente, anoche, el presidente Santos, designó una comisión de alto nivel para que abra el diálogo con el Centro Democrático y los demás sectores no uribistas que se impusieron con el no, en busca de terminar el conflicto armado de medio siglo con las FARC.
“He designado al doctor Humberto de la Calle –a quien ratifiqué como jefe negociador– a la canciller María Ángela Holguín y al ministro de Defensa Luis Carlos Villegas para que, a la mayor brevedad, comiencen los diálogos que nos permitan abordar todos los temas necesarios para tener un acuerdo y culminar con éxito el sueño de toda Colombia de terminar la guerra con las FARC”, dijo el Mandatario.
Aquella decisión tiene como objetivo evitar que se tiren por la borda casi 6 años de negociaciones con las FARC y un acuerdo de paz consignado en 270 páginas.
¿Por qué se votó “no”?
El carácter criminal de dicha organización, que solo ha declarado de palabra en el Acuerdo que ya no se dedicará al narcotráfico, es uno de los principales cuestionamientos de la ciudadanía contra el arreglo firmado entre el gobierno y el grupo armado.
Asimismo, la ideología de los rebeldes, que defiende la dictadura de un partido único identificado como el Estado, es algo contradictorio con la democracia colombiana. En esta línea, el jefe del grupo armado, Rodrigo Londoño (Timochenko), declaró ayer que lo decidido por el pueblo colombiano no es importante para ellos.
