BOGOTÁ (EFE). Hubo 130 votos favorables al acuerdo de paz y ninguno en contra, que fueron precedidos por un acalorado debate entre defensores y opositores. La voz del Gobierno en esa reunión la llevó el jefe negociador, Humberto de la Calle, quien reiteró que al nuevo acuerdo se incorporaron “el mayor número posible de cambios, 57 de los 60 propuestos” por la oposición.
De la Calle recalcó que las FARC dejarán sus armas bajo la supervisión internacional de la ONU, pero recordó que la situación actual del cese al fuego es frágil, por lo que se necesitaba refrendar el acuerdo para proceder a su implementación.
“Gratitud con el Congreso por histórico respaldo a esperanza de paz de los colombianos”, escribió el presidente Juan Manuel Santos en su cuenta de Twitter.
La posición del Gobierno fue reforzada por el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, quien enfatizó que se está “tratando de acabar una guerra de más 50 años y no puede ser que por enredos jurídicos e interpretaciones diversas como la del bloque de constitucionalidad no seamos capaces de ponernos de acuerdo en lo que hay que hacer, que es terminar el conflicto”.
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Valoró que las FARC se comprometieron, entre otros asuntos, a entregar un inventario de todos sus bienes y activos, con lo que repararán a sus víctimas.
El nuevo acuerdo recibió el martes el apoyo de 75 senadores y ninguno en contra en una sesión de más de 12 horas y de la que se retiró antes de la votación la bancada del Centro Democrático, partido encabezado por el expresidente y senador Álvaro Uribe, situación que se repitió ayer, miércoles.
Santos, y el máximo jefe de las FARC, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, firmaron el 24 de noviembre el texto en discusión en el legislativo, al que se le incorporaron la mayoría de las propuestas del “no”, opción que ganó en el plebiscito del 2 de octubre, cuando se rechazó el primer acuerdo.