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El viernes, durante la Conferencia Anual de Acción Política Conservadora, el presidente Trump calificó a los medios de comunicación de ser “los enemigos del pueblo”, de ser “deshonestos”, publicar “noticias falsas” y de que se les impida el uso de fuentes anónimas; acusaciones que viene reiterando en las últimas semanas.
También ese día varios medios que cubren la Casa Blanca denunciaron que les fue bloqueado el acceso de sus periodistas a una sesión informativa convocada por Spicer.
El presidente de la SIP, Matt Sanders, expresó que “nos causan alarma las descalificaciones en contra de los medios que viene haciendo el Presidente, por cuanto debilitan la confianza del público y coartan la conversación pública y el respeto por las opiniones y el disenso, factores intrínsecos de la democracia”.
Roberto Rock, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, expresó preocupación respecto al achaque a los medios por el uso de fuentes anónimas, que se usa cuando la fuente tiene legítimo “temor a represalias”.
Resaltó que en la historia las fuentes anónimas han jugado un papel primordial a favor de la transparencia gubernamental.