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TAIPÉI (AFP). El ministerio taiwanés de Defensa indicó que tuvo que hacer despegar ayer por la mañana sus propios aviones y difundir advertencias luego de que los dos aviones de combate J-11 chinos hubiesen franqueado la “línea media” que separa China de la isla en el Estrecho de Taiwán.
Los aviones chinos “violaron el acuerdo tácito de hace tiempo (sobre la ‘línea media’), al franquearla en el Estrecho de Taiwán” , declaró el ministerio en Twitter.
“Es una acción intencional, peligrosa y provocadora. Informamos a nuestros socios en la región y condenamos a China por su conducta”, añadió el ministerio.
China ha aumentado en los últimos años el número de vuelos de aviones de combate y aumentado la presencia de naves de guerra cerca de Taiwán. Estas actividades son percibidas como una demostración de fuerza en la isla en un contexto de fuerte tensión.
Pero el sobrevuelo de la “línea media” es poco habitual.
Según los medios chinos, aviones chinos no han cruzado esta línea desde 2011, en un incidente que no pasó a mayores.
Pero ayer, el ministerio de Defensa taiwanés describió la última incursión como un acto deliberado.
El portavoz de la presidencia Alex Huang consideró que estos vuelos atentaban contra “el statu quo concerniente al cruce del Estrecho” .
China denunció recientemente el paso de naves militares estadounidenses en el Estrecho de Taiwán. Aunque los estrechos son vías marítimas internacionales, China expresa a veces su exasperación cuando un barco estadounidense u occidental cruza el de Taiwán.
China considera a Taiwán como parte de su territorio. La isla está dirigida sin embargo desde 1945 por un régimen rival que se refugió allí tras la toma del poder por los comunistas en el continente en 1949, luego de la guerra civil china.
Estados Unidos, que reconoce a China en el plano diplomático, y no a Taiwán, sigue siendo el principal aliado militar de la isla.
En marzo, Taiwán pidió a Estados Unidos suministrarle nuevos aviones de combate.
Pero desde 2002, Estados Unidos mantiene discreción en público, al temer una reacción hostil de China.