“Su país es mucho más grande de lo que usted se imagina”, fue la frase exacta empleada por el presidente paraguayo, según el relato de la mandataria taiwanesa.
Y es que, en verdad, ver el desarrollo de Taiwán, al tiempo de apreciar la calidad de su gente en el trato cotidiano, es dimensionar la grandeza de ese pueblo, que nos tocó conocer de primera mano en una visita bajo la dirección de Diego Li, del ministerio de Exteriores de Taiwán, con la asistencia para el grupo de habla hispana, de Blanca Hsu.
Un pueblo taiwanés al que le tocó vivir la edificación de un Estado bajo condiciones muy adversas, y desarrollarlo notablemente en un periodo de tiempo asombrosamente corto.
Tras la Segunda Guerra Mundial, y una cruenta guerra civil, alrededor de 1,5 millones de habitantes del continente se dirigieron a la isla de Taiwán.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Lo que, en principio, era un escape de las garras del comunismo que comenzaba a asolar a China continental, se convirtió en una de las mayores aventuras de una nación en los tiempos modernos.
Con los avatares políticos de sus inicios, propios de la situación en que se dio, con un autoritarismo que evolucionó hasta la democracia de hoy en día, los taiwaneses construyeron un país casi de la nada.
Cuando iniciaron su vida propia, separada de los designios de Pekín, el país contaba con una población de alrededor de 6 millones de habitantes, más o menos como la población actual del Paraguay.
Hoy, 23 millones de habitantes, se hallan reunidos en una isla cuya extensión territorial (36.000 kilómetros cuadrados) es menor que la de los departamentos de Concepción y San Pedro (juntos, 38.000 km2), en nuestro país.
Un territorio con una geografía difícil, cubierta de zonas montañosas que reducen aun más los espacios para el asentamiento de zonas productivas.
El producto interno bruto del país está entre la veintena de los más elevados del mundo, con alrededor de 50.000 dólares per cápita.
A pesar de todos sus contratiempos, naturales y políticos, los taiwaneses, con enormes sacrificios, individuales y colectivos, construyeron un Estado que es un modelo para muchos.
lduarte@abc.com.py