BRASILIA (AFP, ANSA). La decisión fue tomada en una apretada votación de 4 votos contra 3, a pesar de que todos concordaron en que existían pruebas de que la campaña electoral fue financiada con dinero ilegal.
Aunque el juez Herman Benjamin, instructor del proceso en el TSE, consideró “comprobado” que esa campaña se financió con dinero de la corrupción, sólo dos de los otros seis miembros de la corte le respaldaron.
Dilma había sido destiuida en agosto de 2016 por maquillar las cuentas públicas para disimular la mala situación del país, y fue sustituida por Temer.
El jueves habían rechazado la inclusión de las más comprometedoras pruebas en contra de la dupla presidencial, por un tecnicismo jurídico, al haberse presentado una vez iniciado el proceso, y no figuraban en la acusación inicial.
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El voto decisivo lo pronunció Gilmar Mendes, miembro del Supremo y presidente del tribunal electoral, quien mantiene una muy estrecha relación con Temer.
“No se sustituye a un presidente de la República en cualquier momento (...) La anulación de un mandato debe ocurrir en situaciones relevantes”, justificó el magistrado, Gilmar Mendes.
La analista política Renata Lo Prete, del canal GloboNews, dijo ayer que este proceso probablemente quede en la historia porque el acusado fue absuelto “por exceso de pruebas”.
El juez Benjamin se había apoyado en buena medida en las investigaciones de la trama corrupta en Petrobras, que llevaron a prisión a decenas de empresarios y políticos y desvelaron financiación ilegal, pagos hechos a empresas inexistentes y “compra” de apoyos de partidos políticos, entre muchas otras irregularidades en esa campaña.
Uno de los puntos fundamentales de esa investigación fue el rol en esa trama del grupo Odebrecht, que confesó haber dado a esa campaña 150 millones de reales (45 millones de dólares) que era en verdad el pago de sobornos por los contratos amañados obtenidos en la petrolera estatal.
Además de esta causa, Temer es investigado en paralelo ante la Corte Suprema por otros casos de corrupción.
