Trump advierte a Cuba

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Liberación de presos políticos, retorno de fugitivos de la Justicia estadounidense, libertad política y religiosa son las prioridades para Cuba del próximo presidente de EE.UU., Donald Trump, que ayer amenazó con poner fin al acuerdo –iniciado por Barack Obama– si el Gobierno de la isla no restaura las libertades.

LA HABANA (Reuters, AFP, EFE). Cuba atraviesa una época de cambios, tras la muerte del dictador Fidel Castro. El Gobierno de Raúl Castro –hermano del fallecido “comandante”– ha implementado reformas para modernizar su frágil economía, pero con el triunfo de Donald Trump en las presidenciales de EE.UU., muchos dudan que continúe el acercamiento iniciado hace dos años por el mandatario saliente, Barack Obama.

El tono de Trump ayer no fue promisorio: amenazó con dar marcha atrás con los acuerdos logrados “si Cuba no está dispuesta a hacer un mejor acuerdo para el pueblo cubano, los cubanoamericanos y los estadounidenses en su conjunto”, según tuiteó el magnate.

A lo largo de las Primarias republicanas, Trump fue el único aspirante que apoyó la apertura a Cuba. Pero al mismo tiempo, y con la intención de captar votos de los exiliados cubanos en la Florida, prometió “revocar” las medidas de Obama “a no ser que el régimen de los Castro” restaurara “las libertades en la isla”.

El deshielo entre ambos países arribó después de extensas negociaciones secretas con ayuda del Vaticano y se concretó con una orden ejecutiva de Obama que revocó una serie de restricciones financieras, comerciales y turísticas, incluida la reanudación de vuelos directos entre ambos países.

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El embargo

El Gobierno de La Habana culpa al embargo impuesto por Estados Unidos en 1962 por las penurias y escasez que sufre la población, pero también hay causas propias del modelo cubano, en el que el Estado ha tenido el control de casi toda la actividad económica.

Todo esto a pesar de que el propio Fidel Castro, en un aparente “sincericidio”, declarara hace un tiempo: “El modelo cubano ya no funciona ni siquiera para nosotros”.

La alimentación y el déficit de vivienda centran los problemas de la vida diaria. Aunque los cubanos tienen una canasta básica subsidiada, es insuficiente y deben comprar alimentos pagando mucho más caro. Según datos oficiales, las familias emplean 80% de sus ingresos en alimentos.