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Más tarde, en la noche, en un discurso en el solemne banquete en el palacio de Buckingham, Donald Trump elogió el reinado de Isabel II, “una mujer formidable”, y mencionó “la amistad eterna entre nuestros dos pueblos”.
La reina mencionó “los valores comunes y los intereses compartidos” entre ambos países y recordó que hizo su primera visita de Estado a Estados Unidos por invitación del general Eisenhower, 34º presidente de ese país.
Antes, en el día, Trump y su esposa Melania fueron acogidos en el Palacio de Buckingham por la reina, de 93 años.
“La reina y toda la familia real estuvieron fantásticos”, tuiteó Trump, reafirmando que la relación entre los dos países era “muy sólida”.
Tras un almuerzo privado, la pareja presidencial admiró la colección de arte real antes de visitar la Abadía de Westminster, donde hicieron una ofrenda floral a la tumba del soldado desconocido.
También estuvieron presentes la hija de Trump y su esposo, ambos asesores del presidente.
La tarde terminó con un protocolario té en la residencia del príncipe Carlos y su esposa Camila.