Vaticano y China comunista firman un histórico acuerdo “pastoral”

El Vaticano firmó ayer un acuerdo histórico con el régimen de China sobre el nombramiento de obispos en Pekín, en momentos en que las iglesias del país son destruidas, sacerdotes católicos detenidos y las biblias censuradas en internet.

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CIUDAD DEL VATICANO (AFP). Aunque el acuerdo abarca únicamente la religión y no el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Pekín y la Santa Sede, “ambas partes continuarán manteniendo contactos y obrarán para mejorar las relaciones bilaterales”, indicó el Ministerio de Exteriores chino.

El Vaticano y la República Popular de China rompieron relaciones en 1951, dos años después de la llegada de los comunistas al poder y luego del reconocimiento de Taiwán por la Santa Sede.

Los 12 millones de católicos chinos, muy minoritarios en un país con 1.500 millones de habitantes, profesan su fe divididos desde hace décadas entre una Iglesia “patriótica” controlada por el régimen comunista y otra clandestina que reconoce la autoridad del Papa.

Tras el anuncio, el papa Francisco reconoció a siete obispos chinos que fueron nombrados sin su aval por el régimen comunista, algunos de los cuales habían sido excomulgados. Un octavo obispo, ya fallecido, fue reconocido a título póstumo.

A cambio de este gesto, Pekín reconocería la autoridad del Papa en la Iglesia Católica en China, según el diario Wall Street Journal.

Un diplomático del Vaticano pidió a dos obispos chinos de la Iglesia “clandestina”, reconocidos por el Papa, que renunciaran a favor de prelados nombrados por Pekín, entre ellos uno excomulgado por la Santa Sede en 2011.

La Santa Sede relanzó hace más de tres años las interminables negociaciones iniciadas en los años ochenta para unificar a la Iglesia en China.

Desde que fue nombrado en 2013, Francisco busca acercar al Vaticano con el Gobierno chino, en pleno auge del cristianismo en el país.

Las relaciones de la Santa Sede con China interesan en primer lugar a Taiwán.

El ministerio de Relaciones Exteriores taiwanés dijo esperar que la Santa Sede se asegure que los católicos del continente “reciban la debida protección y no estén sujetos a la represión”.

China, gobernado por Xi Jinping, reivindica su soberanía sobre la isla e intensifica sus esfuerzos para “recuperar” a los pocos países que conservan relaciones diplomáticas con Taiwán.

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