BRASILIA (AFP, EFE). La victoria del senador de 64 años y tesorero del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB, del presidente Michel Temer), Eunício Oliveira, no se vio amenazada –según el diario O’Globo– a pesar de que un alto exejecutivo de la constructora Odebrecht lo mencionó en su testimonio como el receptor de 1,2 millones de reales (300.000 dólares) en comisiones ilegales a cambio de influir en decisiones legislativas que favorecieron a la empresa.
Esas declaraciones –en las que estarían incluidos unos 200 legisladores– fueron validadas por el Tribunal Federal y serían usadas en la investigación “Lava Jato”, Pero por decisión de la Corte Suprema esas declaraciones aún están bajo secreto judicial.
El nuevo presidente de la Cámara Alta sustituye al influyente Renán Calheiros, quien dirigió el Senado en los últimos cuatro años y concluye su segundo período consecutivo en ese cargo como reo en una causa por presunta corrupción abierta por el Supremo a fines del año pasado.
Oliveira controlará la agenda de votaciones, una tarea vital para el gobierno de Temer que este año pretende aprobar una reforma de las jubilaciones y otra del mercado de trabajo para reencauzar una economía anémica.
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Calheiros fue acusado junto al diputado Aníbal Gomes –también del PMDB– de cobrar sobornos por 800.000 reales (unos 250.000 dólares) a la empresa Serveng a cambio de apoyo político para que esta obtuviera contratos con la estatal petrolera.
También es objeto de otras investigaciones relacionadas con el caso Petrobras y enfrenta un juicio por malversación de fondos públicos en otra causa.
Hoy también renovará su directiva la Cámara de Diputados. Decenas de sus miembros están en la mira del “Lava Jato”.
Red de sobornos
La operación “Lava Jato” (Lavadero de autos/Petrolão) inició hace tres años como una investigación común sobre el mercado paralelo de cambio en una red de gasolineras. Por lo que nadie imaginó que luego se convertiría en la “bestia negra” de Brasil. La causa llega a instancias decisivas gracias a la independencia de poderes en Brasil.
El “Petrolão” corrió el velo a una red que drenó más de 2.000 millones de dólares y que, según la Fiscalía, causó un perjuicio de 13.200 millones de dólares a la petrolera.
Desde el 2014 en el Ministerio Público pusieron a temblar a “intocables” de política, y ha enviado tras las rejas a exsenadores, exdiputados y empresarios, entre ellos el expresidente de la Cámara Baja, Eduardo Cunha, quien está acusado de cobrar al menos 5 millones de dólares en sobornos; y Delcidio Amaral, exlíder de la bancada del PT.
