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El brutal asesinato se produjo el domingo de noche, cuando fue rociado a tiros un coche Volkswagen Gol rojo con matrícula brasileña.
La conductora del rodado era Kaarol Souza Santy, de 23 años de edad, quien según su perfil de Facebook era estudiante de la carrera de ingeniería agrónoma.
Policías de Investigaciones de la ciudad paraguaya de Capitán Bado dijeron que la joven transportaba en el mismo rodado a su bebé de dos meses y a otra mujer.
Kaarol Souza Santy vivía y trabajaba en Amambai, municipio brasileño situado a 40 kilómetros de Capitán Bado.
Supuestamente, trabajaba como empleada doméstica en una casa. De hecho, el vehículo en el que se encontraba es de su patrona, quien aparentemente era el verdadero objetivo de los matones.
De acuerdo con presunciones de los investigadores brasileños, los criminales, que actuaron en una motocicleta, persiguieron el Gol rojo creyendo que era su propietaria la que lo conducía.
Ni bien el vehículo se acercó a la línea fronteriza se inició el ataque a balazos, en pleno desplazamiento.
La joven brasileña, herida y todo, llegó a ingresar unos tres metros a territorio paraguayo, donde el coche quedó neutralizado.
La criatura que estaba en el asiento, milagrosamente, se salvó de los matones, al igual que la otra persona adulta que iba como acompañante.
Los parientes de la víctima llevaron ayer el cuerpo a su ciudad natal.