De acuerdo con los investigadores, Arriola estaba casado con la hermana de Martínez, este último se desempeñaba como jefe de prensa de la gobernación de Boquerón. Pero la relación terminó abruptamente unos meses atrás. Supuestamente, el mecánico acostumbraba a agredir a su pareja con quien tiene tres hijos menores de edad.
Tras la ruptura de la relación, la mujer con sus hijos se refugiaron en la vivienda de su hermano, ubicada en el barrio Amistad de la ciudad de Filadelfia, donde su expareja tenía prohibido acercarse por orden judicial, precisamente para resguardar a la víctima de violencia familiar.
Sin embargo, Arriola violaba constantemente dicha medida con el pretexto de llevar o traer a uno de sus hijos a su práctica de fútbol, hecho que ya le había prohibido la madre de los niños. Aparentemente, en los últimos días, la mujer decidió cortar definitivamente toda relación con el hombre y hasta dejó de atenderle las llamadas telefónicas.
En la noche del miércoles, Arriola fue a recoger a su hijo tras la práctica de fútbol y le llevó a la casa donde el chico vivía con la madre y sus dos hermanitos.
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Pero al llegar comenzaron los problemas con su exmujer, quien le recriminó el haber llegado nuevamente a la casa. Aparentemente, Arriola agredió a la mujer, situación que fue presenciada por Martínez, quien salió en defensa de su hermana y al tratar de sacar al agresor de la casa, este sacó un revólver y lo mató a tiros frente a sus familiares, luego escapó. Tras una larga negociación, finalmente el sospechoso se entregó ayer de tarde a las autoridades.