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Ángel Tranquilino Giménez, uno de los implicados, señaló que una persona se le acercó para entregarle una tarjeta personal con un número de teléfono.
Seguidamente explicó que el “emisario” le indicó que se comunique con el coronel Heriberto Galeano (blanqueado en un caso de enriquecimiento ilícito) y quien sería pareja de la jueza Blanca Gorostiaga, integrante del tribunal. Supuestamente Galeano “hablaba” por el tribunal y solicitó la suma de US$ 100.000 a cada procesado para que sean liberados.
Giménez, ante el requerimiento del tribunal, que además de Hermosa y Gorostiaga lo integra Alba González, primero dijo que el 28 de julio durante el juicio recibió el pedido de coima, pero después indicó que el hecho ocurrió en el penal de Tacumbú, hace dos meses. Por lo que fue contradictorio.
El abogado Leonardo Garofalo, representante legal de “Toma’i” y su hermano Ignacio Rojas Cañete, señaló en su recusación que se maneja la versión de que Hermosa recibió en pendrive la resolución del rechazo de la reposición de sus incidentes, que buscaba desechar varias pruebas.
A su vez, el procesado presentó un recorte periodístico de la edición de ayer de ABC Color. En el mismo se consignaba, según fuentes antidrogas, que la condena de “Toma’i” está cantada y que sería de 18 años de cárcel.
El tribunal rechazó la recusación por ser contradictoria, ya que en primer lugar se indica una “condena cantada” y después un supuesto pedido de coima para otorgar libertades.
Los procesados están acusados por el tráfico de 101 kilos de cocaína, decomisada en setiembre de 2011, en un procedimiento en Ciudad del Este.
Sospechosamente, Ángel Tranquilino Giménez y Fermín Centurión son juzgados solo por asociación criminal.