Acusan a sindicalistas argentinos de aprovecharse de desgracia en el río

Dos sindicalistas de la navegación fluvial criticaron a sus pares argentinos nucleados en el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos de la Argentina (Somupa) por aprovecharse del accidente ocurrido en el río Paraná –que dejó como saldo 7 marinos argentinos muertos– para proseguir su campaña de desprestigio contra la flota paraguaya con el objetivo de destruirla.

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Señaló que las empresas propietarias de los buques involucrados en el choque ocurrido en Las Palmas (Paraná) se encargarán de controlar la veracidad de los informes relevados del accidente para contrastar con las declaraciones de los testigos.

“No se pueden lanzar acusaciones para salpicar a todos los marineros paraguayos. Lo que pasó fue una desgracia, como puede pasar y pasa en la aeronavegación y en los viajes terrestres. No es más que eso”, agregó Gómez, miembro de la Federación de Trabajadores Fluviomarítimos del Paraguay.

Destruir la flota paraguaya

Ricardo Javier Pico González, presidente de la federación y miembro de la Comisión de la Hidrovía Paraguay-Paraná, que integran representantes de Brasil, Bolivia, Argentina, Uruguay y Paraguay, atribuyó las acusaciones a portavoces del jefe sindical argentino Omar “Caballo” Suárez.
“Ellos desde hace tiempo están en esta campaña, apoyados por el gobierno argentino con el objeto de destruir la flota paraguaya”, precisó.

Además de ser tildados de “piratas del río”, los paraguayos fueron acusados de arrebatar a los argentinos de mano de obra.
“No entiendo por qué dicen que les sacamos mano de obra si nosotros navegamos con buques de nuestra bandera. No tenemos ningún privilegio en el río”, observó.

En cuanto a la preparación de los marineros, hizo un paralelo con lo que pasó con el trasatlántico italiano Costa Concordia.

“Se supone que el capitán de ese barco proviene de alguna escuela de prestigio de Italia. Pero, ¿qué hizo? Salió corriendo cuando se produjo el accidente. No obró en forma correcta. Eso no quiere decir que no tenía preparación”, continuó.
Recordó que los buques paraguayos mueven el 80% de la bodega que circula por los ríos Paraguay y Paraná. Muchos de nuestros patrones son argentinos que optan por la bandera paraguaya. Es posible que nosotros tengamos déficit en la organización sindical, pero de eficiencia pueden dar testimonio los empresarios que nos contratan”, afirmó.

Cómo ocurrió el choque

El accidente aconteció a las 04:00 de Argentina (03:00 de Paraguay) del sábado último, en el kilómetro 102 del río Paraná de las Palmas, frente a las costas de la ciudad de Zárate, distante 95 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.

El buque arenero argentino “Río Turbio” colisionó contra el remolcador paraguayo “Avá Payaguá”, que arrastraba otra embarcación y no logró completar a tiempo una maniobra de cruce del río.

A raíz del impacto, el carguero arenero dio una vuelta campana y se hundió. Tras decretarse la alerta, la Prefectura Argentina dispuso de inmediato la búsqueda de siete de los tripulantes que iban a bordo de la embarcación argentina.

Tres encargados de las maniobras de navegación del remolcador paraguayo “Avá Payaguá” fueron detenidos e incomunicados, tal como lo determinan las leyes locales en estos casos.

Buscan cuerpo de último marinero

Hasta ayer, la Prefectura Naval Argentina seguía con la tarea de búsqueda y rescate del cuerpo del último de los tripulantes del buque arenero argentino “Río Turbio”, que zozobró el sábado de madrugada tras colisionar contra el remolcador paraguayo “Ava Payagua”, en el río Paraná de las Palma, uno de los brazos del delta del Paraná y ubicado frente la ciudad bonaerense de Zárate.

Se trata del marinero Luciano Gastón Luna, de 24 años, cuyo cuerpo aún no es hallado pese a los intensos trabajos de búsqueda, conforme al reporte de los medios de prensa argentinos.

Hasta ahora, los intervinientes han logrado rescatar los cadáveres de otros seis tripulantes del “Río Turbio”, identificados como Gustavo Caracciolo (37 años, capitán), Ramón Ciriaco Rodríguez (58, primer oficial) y Felipe Haroldo Aguirre (57, jefe de máquinas).

La nómina de fallecidos sigue con Marcelo Osvaldo Córdoba (36 años, marinero y cocinero), José Mario de la Fuente Sequeira (46, contramaestre) y Cristian Ariel Marmet (25, marinero), según los datos obtenidos ayer.

Estaba despierto y saltó

El único sobreviviente argentino es el segundo oficial, Héctor Bogado, de 28 años, uno de los pocos que estaban despierto a bordo y que se tiró al agua cuando el barco escoró hacia la derecha y naufragó.

Fue rescatado luego en la orilla por la Prefectura.

Todo el fin de semana, la Prefectura Naval Argentina, con más de diez embarcaciones y un helicóptero, patrulló aguas abajo, especialmente hasta el kilómetro 80, en busca de algún otro sobreviviente o de algún cuerpo, pero sin novedades, indicaron los portales digitales del vecino país.

12 tripulantes


En contrapartida, el remolcador paraguayo circulaba con 12 tripulantes a bordo, todos ellos sobrevivientes a la grave colisión fluvial.
Hablaron por radio

El accidente se produjo en una noche clara, sin niebla, en un recodo donde el río tiene unos 80 metros de ancho, marcado en los mapas como de libre sobrepaso permitido, y con ambos capitanes advertidos por la Prefectura de que iban a cruzarse, e incluso habiendo establecido comunicación entre sí, reveló la prensa argentina.

El “Río Turbio”, de 82,72 metros de eslora y 15,2 de manga, había partido de San Pedro con 2.200 toneladas de arena y destino la ciudad de Buenos Aires. Tiene 31 años de antigüedad y es el mayor barco de la flota de cinco de la empresa arenera Puerto Nuevo.

El “Ava Payagua”, botado en 2010 y de 31 metros de eslora, iba de Buenos Aires a Asunción empujando una barcaza de 85 metros de largo por 24 de ancho, cargada de contenedores.

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