Santacruz, dijo a la Policía que el camión que venía de Ciudad del Este tuvo desperfectos mecánicos, por lo que tuvo que parar en San José de los Arroyos para una revisión. Al llegar a la punta del cerro de Caacupé se acentuaron los problemas con el freno, por lo que decidieron calzar el vehículo.
Sin embargo, Miranda estaba impaciente y decidió continuar viaje.
Santacruz le advirtió que el vehículo no estaba en condiciones, pero su compañero le respondió: “Aguaheséma, jaha katu” (Ya quiero llegar, vamos ahora).
Ni bien se le sacó el calce, el vehículo cargado se tornó incontrolable a tal punto que Santacruz ya no pudo abordar el rodado y lo dejó en la cima del cerro.
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Con Miranda dentro, el camión bajó a toda velocidad y sin rumbo para finalmente embestir contra el minibús de Guaireñatur. “Hasta pudo haber sido peor”, dijo Burgos en alusión a que este camión en esas condiciones podría haber chocado contra un ómnibus, atropellar las casa de la ruta o embestir contra más vehículos que circulaban a esa hora.
Lo paradójico es que el mal estado del vehículo impidió que Santacruz subiera al rodado para que sea el que finalmente tenga que contar la trágica historia. “Es difícil dar con precisión una cifra de fallecidos, estos son vehículos que van alzando personas por el camino y ni siquiera lista de pasajeros tiene”, aclaró Burgos.
Julio Benítez, director de la terminal de Ómnibus, indicó que no tenía información alguna del minibús.