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La nueva lista de sobornos fue encontrada dentro del coche Mini Cooper rojo con chapa BOA 471, que fue uno de los 16 vehículos incautados en los cinco allanamientos que practicaron a inicios de este mes en Salto del Guairá los agentes especiales de la Unidad de Investigación Sensible de la Senad enviados desde Asunción y los fiscales Marcelo Pecci, Carlos Alcaraz, Alicia Sapriza y Elva Cáceres.
Justamente, el fiscal Pecci dirigió ayer el procedimiento de apertura del rodado, que está depositado en el predio de la Senad en Chaco’i.
El coche era utilizado en Salto del Guairá por el expolicía Wilson Darío Cáceres González, quien junto a su hermano mellizo Wilson Rubén son los dos principales fugitivos en el marco de esta investigación.
Aparentemente, el expolicía salió de uno de los lugares allanados momentos antes de que llegara la comitiva, pero dejó olvidado dentro de su coche la lista de sobornos que había pagado recientemente, además de una pistola calibre 40 y una mochila con 29.000 reales y 5 millones de guaraníes en efectivo.
Nuevas unidades
A diferencia de la primera lista de narcocoimas encontrada en Salto del Guairá, esta recuperada ayer en Chaco’i hace alusión a nuevas unidades policiales que no habían sido mencionadas anteriormente.
Por ejemplo, figuran la comisaría y oficina de Investigaciones de Ypejhú, el puesto policial de la colonia Ybycuí y el de la colonia Itanará, que funcionan en la frontera seca con el Brasil, al norte de la reserva de 65.000 hectáreas del Mbaracayú.
Esta vez, aparecieron también las comisarías de Paso Itá, Puente Kyjhá y Katueté, así como la oficina de Investigaciones en esta última ciudad, con los respectivos montos que supuestamente cobraron sus agentes para dejar pasar la mercadería ilícita.
En la lista figura de nuevo, por ejemplo, la comisaría de Yya Pytã, y esta vez también aparece la oficina de Investigaciones del mencionado lugar.
Entre todas las unidades investigativas que supuestamente lucraban con el tráfico de marihuana, ayer apareció una abreviación diferente a las otras, que dice “Cri O”, que correspondería a Crimen Organizado.
Coincidentemente, la oficina regional de este departamento policial se instaló recién el 4 de julio pasado en Salto del Guairá, lo que entonces quiere decir que sus agentes fueron incorporados casi inmediatamente al esquema corrupto.
Sin embargo, los efectivos de esta unidad respondieron que ellos aún ni siquiera tuvieron tiempo de conocer su jurisdicción y negaron categóricamente haber recibido soborno de narcos.
Otra unidad que supuestamente cobró es la de Seguridad Urbana y Turística, que opera en la capital de Canindeyú, pero cuyas siglas no habían aparecido en la primera nómina descubierta.
La Fiscalía, como en la lista anterior, resalta con un soborno de G. 2 millones que supuestamente fue entregado a uno de sus funcionarios por esta última carga que entró a Salto del Guairá.
Militares
En la primera lista encontrada en Salto del Guairá figuraban entre los sobornados los militares del destacamento de frontera dependiente de la Caballería, pero ahora también hay una supuesta asignación de G. 1 millón para efectivos de Inteligencia Militar.
Aparentemente, hay una oficina de Inteligencia Militar en Canindeyú o un grupo de efectivos castrenses cobraron coima en ese carácter.