El robo fue cometido el miércoles de noche. El presunto empleado infiel aprovechó que sabía perfectamente cómo entrar sin ser detectado. Sin embargo, cuando salía con la plata fue visto por el guardia de seguridad, a quien intentó convencer de que seguía en el negocio porque se le había terminado la nafta de su motocicleta.
El custodio no creyó su versión, pero de todos modos lo dejó ir. Pensando que nadie sospecharía de él, ayer a primera hora el joven se presentó de nuevo para trabajar, pero al final el guardia contó lo sucedido, ya que el delito había sido detectado.
La Policía arrestó al joven y recuperó 33.280 reales y 1.294 dólares que tenía escondidos en su casa.
