Diógenes Martínez Vera y Aragón es sobrino de uno de los asaltantes más peligrosos que operaban en la década de los 90, Hugo Vera y Aragón, quien fue abatido por la Policía el 1 de mayo del 1999, en la ciudad de Villa Elisa, tras un frustrado asalto a un supermercado.
De acuerdo a su prontuario policial, la primera detención de Diógenes fue en 1995, cuando tenía 17 años, por un hecho de asalto a mano armada. El mismo cuenta con cuatro hermanos y cinco primos, todos ellos procesados por diversos delitos; algunos de ellos actualmente se encuentran privados de su libertad, confirmaron los investigadores.
Actualmente, Diógenes cuenta con cuatro antecedentes penales y catorce órdenes de captura por delitos que van desde reducción, asalto a mano armada y hasta asociación criminal, aseguró el jefe de la división Investigación de Delitos del departamento Central, comisario principal Germán Arévalos.
Aparentemente, en 2014, Diógenes fue reclutado por el criminal Amado Ramón Benítez para formar una célula de la megabanda que debía operar en la capital y el departamento Central. Durante ese año y el 2015, el sospechoso participó en una serie de ataques a cajeros automáticos registrados en Asunción y algunas de las ciudades aledañas.
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El maleante operó bajo el amparo de la organización criminal con base en el Este del país, hasta el 15 de abril de este año, fecha en que el jefe de la banda, Amado Ramón Benítez, fue capturado en San Pedro.
Supuestamente, Diógenes conformó una nueva banda con maleantes sin antecedentes y se dedicó a asaltar a personas que salían de los bancos y financieras con importantes sumas de dinero. Supuestamente él no participaba de los asaltos perpetrados a bordo de motocicletas, se encargaba de recoger el botín a bordo de un auto, dijeron.
“Tenemos el dato de que un familiar se encarga de guardar e invertir el dinero que Diógenes obtiene de los golpes”, señaló el comisario Arévalos. Tras varios años de búsqueda, finalmente Diógenes fue capturado ayer en Paí Ñu, Ñemby.
En su poder fueron hallados varios documentos, radios con frecuencia de la Policía, una pistola y abundantes cartuchos.