El autobús en que viajaban las víctimas tiene el N° 2350, de la empresa “Guaireñatur”, de Villarrica, que estaba arrendado para la excursión por la empresa “Vip’s Tour”, según explicó el gerente de esta agencia turística, Víctor Vaesken.
Detalló luego que el ómnibus regresaba de un paseo de ocho días realizado a Río de Janeiro, con 45 pasajeros a bordo, cuando en horas de la madrugada un grupo comando lo interceptó en una zona desploblada de Campo Mourão. Los delincuentes acorralaron con varios vehículos el bus y obligaron al chofer a dirigirlo hasta un lugar alejado de la ruta.
Una vez estacionado, abordaron el ómnibus y a punta de pistola obligaron a los pasajeros a entregarles el dinero que traían, además de teléfonos celulares, tablets y otros objetos.
Los asaltantes quitaron la llave de encendido del transporte y la arrojaron lejos en un pastizal, para evitar que salga del sitio. Entonces, los propios pasajeros fueron hasta la ruta para pedir auxilio. Llegaron hasta un puesto policial, donde notificaron de la situación y se ordenó el envío de otro bus para asistirles.
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Sin embargo, el chofer buscó y encontró la llave de encendido, arrancó el ómnibus y con sus pasajeros prosiguió el viaje hasta Cascavel, donde radicaron nueva denuncia ante la Policía.
Un gran susto
La pasajera Ana Sánchez explicó que tuvieron un gran susto por lo ocurrido. Mencionó, entre otras cosas, que los asaltantes creyeron al principio que ellos venían de San Pablo con mucha cantidad de mercaderías que iban a pasar de contrabando hacia el Paraguay.
“Eran cuatro los que estaban en el vehículo. Pensaron que traíamos mercaderías compradas en San Pablo e hicieron un gesto de fiasco cuando supieron que veníamos de veranear. Entonces se apoderaron de dinero, celulares y tablets, pero no nos hicieron daño”, relató Sánchez.