El protagonista de la singular historia es el malviviente Joaquín Valenzuela Cantero, de 29 años, quien había sido capturado en la tarde del 26 de octubre de 2015, al ser localizado herido en un sanatorio de San Lorenzo.
El criminal había liderado horas antes un asalto a una camioneta de una empresa dedicada a la explotación de máquinas de tragamonedas, en Fernando de la Mora.
El robo del dinero, sin embargo, fue frustrado por un guardia que viajaba en el vehículo y que se enfrentó a balazos contra los marginales que los interceptaron sobre la ruta Mariscal Estigarribia.
En la refriega, además del guardia, también resultó baleado Valenzuela Cantero, quien después fue abandonado por sus cómplices en el sanatorio.
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Además, el maleante ya venía siendo buscado por el homicidio del comerciante Primo Ocampos Servín (69). Este fue asesinado el 24 de agosto del año pasado en su negocio denominado “Comercial Yo - Se”, en Ciudad del Este, de acuerdo con los datos policiales.
Tras aquel tiroteo, en el cual acusó una herida en el cuello, el asaltante fue estabilizado y derivado a la cárcel de Tacumbú, donde su situación se agravó de nuevo.
Entonces, las autoridades penitenciarias lo llevaron el 17 de diciembre pasado al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram), también conocido como “Juan Max Boettner”.
Valenzuela Cantero permaneció internado en el nosocomio por nueve días, hasta que el 26 de diciembre pasado se fugó al aprovechar que un guardiacárcel que lo vigilaba fue a traer remedios de la farmacia.
Recaída
Entonces el asaltante regresó a su casa de Simón Bolívar, pero el jueves de noche tuvo una recaída debido a la vieja herida en el cuello.
Entonces, su madre lo ingresó con un nombre falso al Hospital Distrital de Caaguazú, desde donde a su vez lo enviaron ayer de madrugada al Hospital del Trauma (ex Emergencias Médicas) de la capital.
Ayer de mañana, por su compleja situación, fue otra vez internado en el Ineram, ya después de que los policías se percataran de su verdadera identidad.
