PEDRO JUAN CABALLERO (Cándido Figueredo Ruiz, corresponsal). El ataque criminal se produjo poco después de las 13:00 en las inmediaciones de la Terminal de Ómnibus de esta ciudad, donde una motocicleta con dos pistoleros a bordo se posicionó al lado de una camioneta Fiat Strada, sin chapa.
Este último rodado era manejado por el suboficial mayor de Policía Cristino Centurión Agüero, de 37 años, quien trabaja como custodio del fiscal adjunto del departamento de Caaguazú, Justiniano Cardozo.
De casualidad
El agente relató a sus superiores del departamento de Amambay que tras dejar en su casa de Pedro Juan Caballero a su jefe, el fiscal Cardozo, alzó en su camioneta a la asistente fiscal Celia Eulalia Gómez Gauto, de 30 años, a quien encontró de casualidad y le pidió al policía que la acercara a su casa porque su vehículo estaba en el taller.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
La mujer trabajaba como asistente del fiscal de Pedro Juan Caballero Óscar Samuel Valdez y acababa de dejar su oficina.
La balacera
Sin embargo, en el trayecto la camioneta Fiat Strada fue alcanzada por una motocicleta desde la cual se desataron los incesantes disparos.
La ráfaga de tiros, lamentablemente, alcanzó a la mujer, quien viajaba en el asiento del acompañante, pero milagrosamente ninguno impactó en el policía, quien conducía el vehículo.
El suboficial Centurión, al percatarse de que se trataba de un atentado, también sacó su pistola y disparó contra los delincuentes que huían en la motocicleta.
De músico a matón
Uno de los sicarios, quien iba como acompañante y que efectuó los disparos, acusó dos balazos en la cabeza, enseguida, este y el que conducía cayeron al pavimento, donde fueron atropellados por el Fiat Strada.
El sicario herido y que luego falleció era Julio César Romero (33), quien hace seis meses dejó de pertenecer a la banda de músicos de la Municipalidad de Pedro Juan Caballero, según refieren los informes. El otro criminal logró escapar de la escena corriendo.
