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El galeno debe decir a la presidenta del tribunal de sentencia, Alba González, por qué no “encontró” la casa del procesado. La magistrada, posteriormente, enviará el informe a la Dirección de Auditoría del Poder Judicial.
Fretes había argumentado que no logró llegar al domicilio de Alvarenga ubicado en Ruta 1, Km 19 de Capiatá. Alegó en ese sentido que el oficio del juzgado era “muy genérico” y que por eso no encontró la casa.
También el profesional indicó en su informe escrito que intentó comunicarse vía telefónica con Alvarenga en varias oportunidades, pero no lo logró. Lo llamativo de todo es que con oficios similares, el ujier del juzgado siempre encontró la dirección del excomandante cuando le tocó notificar.
De acuerdo a los datos, el pasado 31 de agosto Alvarenga logró truncar el inicio de su juicio oral y público con un reposo médico de supuesta influenza, pero no pudo ser inspeccionado por el forense.
El juzgamiento está marcado ahora para el 19 de noviembre de este año. Como coacusado aparece el suboficial Roberto Osorio. El perjuicio es de más de G. 1.100 millones.