Una joven de 16 años acusa a un suboficial del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía de haber cometido contra ella brutales agresiones sexuales, y a la vez señala que hubo una cómplice inacción de otros agentes policiales. “Le jugaron todo”, relató la hermana de la víctima.
La violación sucedió luego de que el agente diera de tomar a la joven un extraño líquido mezclado con cerveza, según refiere la denuncia presentada ante las autoridades policiales.
El hecho se produjo, agregó la denunciante, entre la noche del 30 de diciembre y la madrugada del 31 en las inmediaciones de la Plaza 34 “Curuguateños” de la ciudad de Curuguaty.
La menor de 16 años señaló que el suboficial Heriberto Cabral Cabrera le alzó a un automóvil a la fuerza y la llevó hasta la plaza donde se produjo el hecho denunciado. Incluso, relató que el agente utilizó un cuchillo para que no ejerza resistencia y con el cual le causó heridas.
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La menor fue socorrida en el hospital público de Curuguaty, donde quedó internada.
El citado acusado es oriundo de Villa Ygatimí y presta servicios en el Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la sede que está en Salto del Guairá.
El testimonio
La víctima contó que salió de su casa ubicada en Curuguaty alrededor de las 22:00 del miércoles 30 de diciembre, en compañía de su novio, a bordo de un automóvil. Salieron para buscar su motocicleta que había quedado en una gasolinera ubicada sobre la calle Eusebio Ayala de esa ciudad del departamento de Canindeyú, dijo.
Manifestó que una vez que bajó del automóvil de su novio en la estación de servicios del emblema Barcos y Rodados, se encontró con un hombre al que luego se identificó como el suboficial Heriberto Cabral Cabrera. Este se encontraba junto a un grupo de amigos y enseguida se acercó a la joven, relató.
“Nos invitaron cerveza y nosotros rechazamos”, aseguró. Cabral Cabrera no aceptó un no por respuesta e insistió, declaró. Luego, según refirió la adolescente, el suboficial compró varias cervezas y bajo amenaza con arma hizo que tomara. La bebida estaba mezclada con alguna droga que aparentemente era para dormirla, indicó la denunciante.
“Tocá un poco mi cintura”, contó la chica que le ordenó Cabral Cabrera, mientras le apretaba contra su automóvil, y sintió el arma de fuego del suboficial. “Si no tomás, este (por el arma) listo ya”, indicó que fue la exigencia.
La menor manifestó que no tuvo otra opción más que acceder a lo que le ordenaba el suboficial. Este no probaba sorbo alguno de la cerveza que tanto quería dar de beber, denunció la joven.
Relató que después miró a su alrededor y notó que no había nadie que la defendiera, que los guardias de seguridad estaban lejos y aunque miraban parecían no percatarse de lo que pasaba.
Agregó que seguidamente tres policías de la Comisaría de Curuguaty llegaron al lugar, y que entonces el suboficial dejó su pistola en el interior de su automóvil y se acercó a saludar a sus camaradas. Entre palmadas y risas, el ahora acusado les adelantó: “Enseguida le voy a llevar a aquella”, señalando a la víctima, aseveró esta.
Añadió que Cabral Cabrera seguía obligándola a ingerir más cerveza y que ya se sentía atontada. Indicó que cuando su novio se dio cuenta e intentó hacer algo fue amenazado, por lo que los guardias de la gasolinera llamaron a los agentes que habían pasado por allí antes para que vuelvan.
El testimonio dice que cuando llegaron los agentes preguntaron al acusado “¿todavía no le llevaste?”, en referencia a la adolescente.
Después la joven expresó que el suboficial Cabral Cabrera le tomó del cabello y la subió a su automóvil con brutalidad, casi cerró la puerta por uno de sus brazos y salieron del lugar.
Dijo que consiguió percatarse de que los policías de la patrullera les siguieron hasta cierto punto donde el suboficial les hizo algunos gestos y se dirigió hacia una zona oscura del barrio Fátima, mientras los agentes de la comisaría local tomaron otro camino, aseguró.
La brutalidad
Una vez que estacionó su vehículo, el suboficial Cabral Cabrera le obligó a desnudarse y abusó de ella, según el relato de la acusadora. Agregó que utilizando un cuchillo le produjo varios cortes en su cuerpo y que hasta le habría violado también con su arma.
La denuncia refiere que durante varias horas luego de haber abusado de ella, el suboficial la mantuvo en su automóvil, dando varias vueltas por el centro de Curuguaty. Finalmente, fue abandonada frente al hospital, donde atendieron a la señorita, y cuyos funcionarios avisaron de una violación a la comisaría local.
El fiscal Julio Paredes emitió una orden de detención contra el denunciado para “averiguación de un supuesto hecho punible de coacción sexual y violación”.