Se trata de Diego Iván Figueredo Arrúa, de 21 años, en cuyo poder fueron hallados 118 gramos de crack, lo que en la práctica significa una cantidad considerable de dosis de la droga. De cada gramo se puede obtener hasta 10 dosis, explicaron los investigadores. También encontraron casi un kilo de marihuana picada, que también vendía el joven en su vivienda.
La captura del distribuidor fue gracias a las denuncias que fueron presentadas por los mismos vecinos del sospechoso.
Tras un seguimiento efectuado por antidrogas, finalmente allanaron la casa de Figueredo con una orden firmada por la jueza Blanca Graciela Báez Brítez, de Cordillera.
