/arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/LPUPM7WRB5D3ZI3Y5ATI5PHCLY.jpg)
Cargando...
En el operativo cayó detenido el conductor del narcovehículo, el brasileño Ademir Amaro da Silva, de 37 años, residente de Ponta Porã y quien salió de la cárcel el 13 de diciembre pasado, al calificar para cumplir en régimen abierto el resto de su sentencia de nueve años y ocho meses que le impusieron cuando cayó con 93 kilos de cocaína en el año 2013.
La detención se produjo el martes de madrugada en el puesto de control del lugar conocido como Capei, a 10 kilómetros del centro de Ponta Porã. Los uniformados al revisar el rodado hallaron decenas de cajas empapeladas que estaban en la valijera, en el asiento trasero e incluso en el asiento delantero. Al revisar, los efectivos comprobaron que se trataba de pasta base de cocaína.
Ademir Amaro da Silva declaró a la PRF que había recibido el vehículo con la carga de drogas de parte de tres sujetos, en un barrio de Pedro Juan Caballero. Dijo que tenía que llevar la carga hasta Dourados, a unos 100 kilómetros de esta frontera. La pasta base recuperada puede producir al menos cinco toneladas de cocaína para consumo.
Guerra declarada
Fuentes policiales del Brasil e incluso el portal de noticias brasileño Campo Grande News consignaron que la droga requisada pertenece al considerado nuevo capo de la frontera, Sergio de Arruda Quintiliano Netto, alias Minotauro, quien opera con la identidad paraguaya de Celso Matos Espíndola.
El citado criminal, quien es un aliado del grupo criminal paulista Primer Comando da Capital (PCC), “intentó sacar la droga de la frontera debido al momento de inestabilidad en Pedro Juan Caballero y Ponta Porã, provocado por la guerra que él mismo declaró al clan Pavão, del otro narcotraficante brasileño Jarvis Chimenes Pavão”, publicó Campo Grande News.
El último capítulo de la guerra se produjo el sábado último, cuando la Policía paraguaya incautó en Pedro Juan Caballero ocho fusiles de guerra, tres pistolas y 854 proyectiles que dos paraguayos supuestamente debían entregar a los miembros del grupo de Jonathan Giménez Grance, alias Cabeza.
Este último es el último integrante del primer anillo de Jarvis que sigue vivo y que, con las armas que fueron decomisadas, quería vengar el asesinato de su tío Francisco “Chico” Chimenes, ocurrida 48 horas antes en Ponta Porã.
Justamente, Chico Chimenes y Cabeza, tío y sobrino, respectivamente, de Jarvis Chimenes Pavão, habían sido arrestados junto a una decena de sicarios en la casa del primero, cuando se preparaban para cruzar a Pedro Juan Caballero y atacar a Minotauro en venganza por el atentado contra Pedro Giménez da Luz, alias Pedriño, otro de los sobrinos de Jarvis.