Cámara confirma condena en juicio por crimen de abogada Sarah Riva

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El Tribunal de Apelación, 2ª sala, confirmó la condena de 9 años de prisión para Elba Catalina Flores, expareja del asaltante José Marcial Samaniego, por el asesinato de la abogada Sarah Riva de Vasconsellos –ultimada durante un asalto en el barrio Herrera, en el año 1993– del cual fue declarada cómplice. La mujer ya lleva cuatro años en la cárcel, donde se convirtió en microempresaria.

El crimen se registró en la noche de 3 de junio de 1993, cuando la profesional se resistió a un asalto en el portón de su casa, ubicada en el barrio Herrera, y fue ultimada a tiros.

Los maleantes huyeron en el automóvil marca Mercedes Benz de la víctima, posteriormente detectado en Carayaó, en una residencia de propiedad de familiares de los hermanos Samaniego.

Los hermanos José Marcial y Jonás Antonio Samaniego fueron condenados a 25 años de cárcel.

Flores se dio por detenida e ingresó a la cárcel en julio del 2012, tras permanecer 19 años prófuga de la Justicia. El 20 de abril de 2016 fue sentenciada a 9 años de prisión por el juez Arnaldo Fleitas, quien la declaró cómplice de homicidio doloso y robo agravado.

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El magistrado argumentó que la mujer, entonces pareja de José Marcial Samaniego, proporcionó ayuda para esconder el bien sustraído a la víctima, a partir del relato de una testigo que vio su automóvil Gol rojo escoltar al Mercedes robado.

Por unanimidad, los camaristas Anselmo Aveiro, Delio Vera Navarro y José Agustín Fernández ratificaron el fallo de primera instancia.

El abogado defensor Jorge Waldemar Ojeda planteó prescripción, pero no prosperó porque la Cámara consideró que no transcurrió el plazo legal para ello.

Microempresaria

En prisión, Flores aprovechó para realizar cursos de panadería con profesionales del Instituto Gastronómico de las Américas y “lidera” una microempresa de catering en el correccional Casa del Buen Pastor, la cual emplea a otras reclusas.

Gracias a contactos con familiares en el exterior, llegó a enviar una partida de pandulces a Miami, Estados Unidos, en el año 2014.

En declaraciones a nuestro diario en una oportunidad insistió en su inocencia y dijo que su único error fue confiar en la persona equivocada, al referirse a su expareja.

El proceso que motivó su ingreso a la cárcel es un tema del que le cuesta hablar y prefiere más bien centrarse en el presente y en su futuro, en el cual sueña con la expansión de su negocio.