En primera instancia tras 10 años de haberse iniciado el proceso penal por cohecho pasivo la jueza penal de la Adolescencia Edith Coronel declaró la prescripción porque el tiempo del proceso dobla la expectativa de pena que es de 5 años de cárcel.
La causa se inició en marzo de 2006 cuando fue detenido un practicante del juzgado de Martínez, Osvaldo Britos, con una supuesta coima de US$ 1.500 que según esta persona debía entregar al magistrado para beneficiar a un procesado por homicidio culposo (accidente de tránsito).
El operativo fue llevado adelante por el entonces fiscal Arnaldo Giuzzio.
Pasaron diez años y el proceso aún no culminó.
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El preopinante de la Cámara fue Cristóbal Sánchez quien indicó que efectivamente el tiempo de proceso supera al doble de la pena.
En ese sentido también votó la fiscala Irma Alfonso que indicó que la resolución de primera instancia se ajusta a la norma.
“No queda otra solución que velar por la aplicación de las normativas consagradas en la legislación”, aseveró.
La camarista Clara Estigarribia tiene un criterio distinto y al votar en disidencia indicó que se debe tomar como base la pena máxima para el delito de cohecho pasivo que es de diez años.
Dice que la prescripción recién operaría en el momento que se cumplan 20 años de proceso, sin sentencia definitiva. Eso sería en nueve años, indicó.