De acuerdo al uniformado, la extorsión a través de los teléfonos celulares perpetrados desde el interior de las distintas penitenciarías del país es uno de los delitos más frecuentes denunciados en los últimos meses. Cada día se registra una denuncia y en la mayoría de los casos el monto pagado supera los G. 10.000.000.
Los criminales acceden a los datos de las personas a través de las informaciones que consiguen en las redes sociales, en algunos casos simulan ser policías que han capturado a un miembro de la familia con drogas y para evitar ponerlo a cargo de la Fiscalía exigen importantes sumas de dinero. Mientras que otros directamente se identifican como miembros de una banda criminal, con un acabado conocimiento de la víctima, a quien piden dinero para no secuestrar a uno de sus hijos.
Las principales recomendaciones de los agentes son no publicar datos personales en las redes sociales, controlar el uso de teléfonos de parte de niños, porque pueden ser víctimas de pedófilos, y lo más importante, no caer en el error de intercambiar fotos íntimas por celular, según explicó Olmedo.
