Candidatos prometen erradicar la corrupción

Domingo Álvarez Agüero (46) empezó diciendo en la audiencia pública que el rol del Ministerio Público en el Estado social de derecho es velar para que todos los ciudadanos sean sometidos ante la ley en igualdad de condiciones.

Acerca de la percepción que tiene la ciudadanía sobre el funcionamiento del Ministerio Público, “es que falta aún mucho por mejorar. Si bien es cierto que desde el año 2000 se mejoró bastante el sistema de justicia, no es suficiente, porque la gente espera aún mucho más. Lo que se haga en materia de salud, educación y seguridad, siempre va a faltar algo. Con el Ministerio Público sucede lo mismo, y la corrupción es materia pendiente”, refirió.

Sobre la autonomía presupuestaria del Ministerio Público, reconoció que esta institución recibe un monto importante de G. 620.000 millones, pero siempre el dinero que se desembolse no va a cubrir todas las necesidades, indicó. También dijo que el fiscal general debe ser una persona honesta y capaz.

El camarista Aniceto Aníbal Amarilla (49) expuso que el Ministerio Público es un órgano de poder ciudadano y aparece como una institución emancipada a partir de la Constitución de 1992. Tiene el deber de representar a la sociedad y de actuar en interés general de la defensa del patrimonio particular y del Estado.

Debe primar el criterio de objetividad en sus actuaciones. Utiliza los medios científicos y legales para lograr sus objetivos de persecución penal. La percepción de la funcionalidad del Ministerio Público, como todo organismo manejado por seres humanos, tiene sus aciertos y errores, pero siempre está para defender a la sociedad.

La autonomía presupuestaria de la Fiscalía es para manejar sus recursos para lograr sus fines. Sobre el fiscal general, Amarilla dijo que tiene que ser una persona comprometida con los principios democráticos, garantizar el debido proceso, y por supuesto, luchar contra la corrupción. Dijo que actuó conforme a Derecho en un caso de evasión que benefició a un procesado.