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En la primera casa, de Porfiria, los antidrogas encontraron 44 dosis de crack listas para la venta, además de plantines de marihuana.
De la vivienda de Ignacia González se decomisaron 101 dosis de crack, mientras que otra parte ya estaba lista para la venta en 48 dosis.
Cuando llegaron los agentes se encontraron con un ambiente hostil y pidieron refuerzos para evitar desmanes.
Finalmente, los dos allanamientos se hicieron en forma simultánea para evitar que escapen las sospechosas.
Ambas mujeres no contaban con antecedentes penales y por orden del fiscal de turno fueron llevadas detenidas a la base de la Senad.
Los agentes llegaron hasta la zona luego de recibir una serie de denuncias de personas que señalaban que ambas casas eran visitadas por muchos jóvenes adictos que ponían en riesgo a los moradores de la zona cuando estaban drogados.