Capturan a presunto motochorro

El supuesto motochorro Milciades Ferreira Báez, de 25 años, fue detenido ayer de mañana en su casa del asentamiento Virgen de Caacupé de la compañía Maramburé de Luque, en un allanamiento practicado por personal de la comisaría 48ª Central, que a su vez funciona en la compañía Caacupemí de Areguá.

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Los efectivos venían siguiendo al sospechoso desde el 5 de febrero pasado, luego de que lo identificaran mediante las imágenes de varias cámaras de seguridad que grabaron la fuga del criminal, a bordo de una motocicleta, tras asaltar y balear a la empleada doméstica de la residencia del comisario Jorge Vidallet, quien es el actual jefe de la oficina regional del departamento Antinarcóticos en Alto Paraná.

El atraco ocurrió en la vereda de la casa del barrio San Antonio de la compañía Caacupemí de Areguá, cuando la doméstica acababa de salir para dirigirse a una despensa. El motochorro amenazó a la trabajadora con un arma de fuego e incluso la hizo arrodillar.

En un momento dado, con su víctima completamente rendida, el criminal efectuó un disparo con un revólver calibre 22.

Instintivamente, la mujer inclinó la cabeza y evitó que el proyectil le atravesara el cráneo. En cambio, la bala ingresó en la cara de la víctima y, de hecho, quedó alojada en ese sector.

Como la chica cayó al suelo completamente ensangrentada, el maleante pensó que la mató y huyó a bordo de la misma motocicleta, que ayer fue recuperada en el operativo, al igual que el revólver calibre 22 que habría usado.

El comisario Vidallet relató ayer que pasó momentos de mucha desesperación cuando escuchó que su empleada pedía auxilio desde la vereda. Contó además que cuando salió a mirar lo que pasaba ya escuchó el disparo y vio caer a la chica.

Entonces, regresó a su vivienda y tomó su pistola, pero cuando quiso salir a enfrentar al maleante se dio cuenta de que la doméstica había llaveado el portón.

Recién varios minutos después Vidallet pudo salir y auxiliar a la joven, quien se encuentra fuera de peligro. Los médicos creyeron más conveniente no retirar el proyectil de su rostro.

El allanamiento de ayer en Luque, por el caso del asalto en Areguá, se llevó a cabo luego de varios intentos fallidos de la Policía.

Los agentes se quejaron de que la fiscala de Luque, Mirtha Ortiz, retrasó innecesariamente el procedimiento al negarse a firmar la orden, supuestamente porque creía que los investigadores se apuraban simplemente por tratarse de un caso que involucra a un comisario, de acuerdo con la denuncia de los intervinientes. De hecho, la fiscala Ortiz tuvo que ser reprendida por su jefe directo, el fiscal adjunto del departamento Central, Patricio Gaona, y recién después de eso acompañó el operativo de ayer.

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