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Según los datos, en 2012 había sido incautada en Brasil una carga de 1.748 kilos de cocaína que habría sido enviada por el ahora detenido Néstor Báez Alvarenga.
A causa de aquel decomiso, el país vecino solicitó su captura a nivel internacional, que desde entonces ya fue reiterada cuatro veces en Paraguay por el juez Alcides Corbeta.
De acuerdo con los investigadores de la Policía, Báez Alvarenga fue uno de los principales proveedores de cocaína de la organización criminal del Brasil Comando Vermelho.
Tras la orden de captura difundida en su contra, el sospechoso se refugió por un largo periodo en Bolivia, desde donde, según los agentes, seguía operando. Agregan que enviaba importantes cantidades de droga en avión hasta la zona norte de Paraguay, donde sus colaboradores tomaban la mercancía y luego la remesaban al Brasil.
Luego de unos años regresó al país. Al principio se radicó en Ciudad del Este y luego pasó a Pedro Juan Caballero, donde permaneció al amparo de su amigo Clemencio “Gringo” González Giménez, hasta que este último se vio envuelto en un escándalo en enero del 2015.
“Gringo” González y sus hombres asaltaron la Jefatura de Policía de Amambay para recuperar 252 kilos de cocaína que les habían incautado una semana antes. Tras esto, Báez Alvarenga salió de la capital del Amambay, se informó.
Desde entonces, el presunto capo se escondía en una casa situada en Camilo Recalde casi Manuel Blinder del barrio Los Laureles de Asunción. La propiedad fue adquirida hace cinco años por el fugitivo.
Sin embargo, recién desde hace un año el sospechoso se instaló definitivamente en el lugar, que fue allanado ayer.
Desde hace ocho meses policías del Departamento de Lucha Contra el Crimen Organizado detectaron la presencia del sospechoso en el sitio, pese a que los vecinos conocían al capo como Pablo Benítez González, ya que Néstor Báez Alvarenga tenía una cédula y todos sus otros documentos bajo esa identidad falsa.
Su detención se dificultó por momentos porque acostumbraba salir de la casa a cualquier hora y pasar varios días en hoteles del interior.
También había informes de que escondía en su casa del barrio Los Laureles al mismo “Gringo” González.
Finalmente, a tempranas horas de ayer, los uniformados a cargo del comisario principal Gilberto Fleitas irrumpieron en la propiedad, donde sorprendieron a Báez Alvarenga.
Este, al verse acorralado por los agentes, intentó escapar, pero tras una corta persecución fue alcanzado y detenido. Al mediodía ya pasó directamente a la cárcel de Emboscada.
En una corta conversación con medios de prensa, Báez Alvarenga negó todas las acusaciones y aseguró que nunca lo atraparon con un solo gramo de cocaína.
En dos meses sería extraditado al Brasil.