Caso de explotación denunciado en el año 2011 continúa sin variaciones

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Sensibilizados por el diario peregrinar de un niño de 7 años que era utilizado para mendigar en la vía pública pese a que padecía hidrocefalia y convulsiones, funcionarios de la Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia lo incluyeron en el programa Abrazo. La renuencia de los padres de reducir las horas en las calles motivó la remisión del caso a la Justicia. Hoy día, nada cambió.

El memorando N° 72/13, del 25 de abril del 2013, remitido a la coordinación del Programa Abrazo con carácter “urgente”, destaca que la familia recibe bonos y cestas de alimentos desde el año 2011, pero no accede a reducir las horas calle del pequeño, pese al delicado estado de salud del niño.

Otro informe, del 20 de diciembre del 2012, relata que se ve a la familia en las arterias Eusebio Ayala, Kubitschek y Fernando de la Mora y que la explotación no cesa ni en días de lluvia.

“En el mes de noviembre el niño tuvo un ataque de epilepsia en la vía pública, aparentemente ya a causa del calor y de las condiciones inadecuadas en las que se encuentra y fue derivado a Emergencias Médicas, donde lo estabilizaron y el doctor tuvo también altercados con el padre, ya que el profesional le reclamó la falta de cuidado”, agrega la nota.

En el 2013 intervinieron en el caso: el fiscal Luis Muniagurria, quien procesó a la madre por violación del deber de cuidado, y la defensora de la Niñez Marina Soerensen, quien denunció a los padres por maltrato.

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El 18 de junio del 2013, la jueza María Luisa Bajac comisionó a Abrazo para que designe un lugar de abrigo temporal y a la Dirección de Protección Especial (Diproe) para realizar el estudio socioambiental para la inserción del niño en su familia ampliada.

Ante la Justicia, los padres se comprometieron a no sacar más al niño a la calle, pero no cumplieron. Para colmo, las dependencias de la SNNA presentaron al juzgado posturas distintas pues, mientras el Programa Abrazo afirma que la permanencia del niño con sus padres lo expone a peligro, la Diproe no recomienda la separación del niño de sus progenitores. Convocados por el juzgado para unificar sus posturas, ninguno de los directores de la SNNA compareció.

Mientras tanto, aumentan los reportes sobre la explotación al niño, al que incluso pelan la cabeza para poder exhibir la cicatriz que tiene debido a una operación.

En agosto de 2015, la jueza dispuso el abrigo del niño en el hogar Pequeño Cottolengo, pero dicha medida no se cumplió, pues informes posteriores reportan que la explotación continúa.

rferre@abc.com.py