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La víctima fue identificada como Lorenzo David Duré Corvalán (21), oriundo de Yaguarón, quien acusó un impacto de bala en el pecho. Él se desempeñaba como guardia de seguridad del supermercado Jhanny.
De acuerdo a los uniformados, el joven no estaba reconocido oficialmente como guardia de seguridad privada, su arma tampoco estaba registrada y aparentemente percibía un millón de guaraníes al mes en concepto de salario.
Cámaras de seguridad instaladas en la zona filmaron el alevoso crimen. De acuerdo a las imágenes, segundos antes de las 23:00, dos maleantes a bordo de una motocicleta pasaron dos veces con las luces prendidas frente a la precaria garita, instalada a un costado del establecimiento comercial, donde estaba instalado Duré.
La casilla está ubicada en una posición estratégica, ya que desde allí se puede ver toda la cuadra. En la tercera vuelta, los delincuentes ya vinieron con las luces apagadas y pararon la marcha a metros del trabajador, donde uno de los desconocidos bajó del biciclo con un revólver en mano. Aparentemente, el guardia se percató de lo que iba a pasar, por lo que reaccionó y forcejeó con el criminal por varios segundos. Inclusive, salieron a la calle, donde el criminal logró zafarse del guardia y allí le disparó casi a quemarropa varios tiros, pero solo uno de los disparos impactó en el pecho del guardia, con orificio de salida.
El herido trastrabilló y cayó de espalda en la calle, donde nuevamente se le acercó el desconocido, quien tomó el arma de la víctima, un revólver calibre 38, luego abordó la moto en la que lo aguardaba su cómplice con las luces apagadas y se alejaron del sitio.
Tras la denuncia, efectivos de la comisaría local y de Criminalística llegaron al lugar. Los uniformados recogieron todas las evidencias, inclusive hallaron la bala que mató al joven.
Sería una vendetta
Según los investigadores, el caso pudo haberse tratado de una venganza de los maleantes que operan en la zona, ya que el guardia frustró tres robos domiciliarios en las inmediaciones de su lugar de trabajo. Es más, los criminales solo se llevaron el arma de la víctima, mientras el teléfono celular y la billetera con dinero adentro quedaron en la garita. Los agentes esperan que las imágenes captadas por las cámaras de seguridad puedan ayudar a identificar a los responsables, señalaron.