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Tras el escándalo de la masacre de 10 reclusos de San Pedro, ocurrido el pasado 16 de junio, el director de Establecimientos Penitenciarios Blas Martínez fue removido del cargo.
En su reemplazo fue nombrado Víctor Servián, quien asumió funciones, como responsable de todas las cárceles del país, al día siguiente.
Sin embargo, Servián fue removido del cargo el pasado sábado a la tarde. Duró solo seis días en funciones. El cambio fue informado a los medios de comunicación ya a altas horas de la noche de ese día.
El Ministerio de Justicia ya tenía la información de que un día antes, una intervención policial fiscal detectó en la cárcel de Pedro Juan Caballero, celdas vips, manejadas por miembros del PCC, no solo para vivir con lujos en una prisión, sino también para operar desde ese lugar. Servián era director de esta penitenciaría antes de su breve paso por el cargo del que fue destituido de nuevo este fin de semana.
“La administración del Ministerio de Justicia no apaña, ni apañará hechos relacionados a corrupción, por lo que ordenó la apertura de un sumario administrativo a fin de deslindar responsabilidades” refería el comunicado emitido más de 24 horas después de las irregularidades detectada.
La situación llega a tal extremo que el ministro Julio Javier Ríos no consideró a ninguno de los directores de las 24 cárceles para este cargo. Asignó la titularidad de Establecimientos Penitenciarios al actual director general de Talento Humano, Carlos Martín Figueredo, por lo menos hasta que concluya el sumario.