Uno de los casos más comentados fue un procedimiento que ella encabezó en Guayaybí, donde dejó gravemente herido a un joven de apellido Arenz. El mismo quedó en silla de ruedas a consecuencia de las heridas recibidas.
Otra polémica intervención que se le atribuye fue cuando supuestamente obligó a un agricultor a sentarse desnudo sobre un hormiguero y también se la involucró en una golpiza a una mujer sospechosa de haber cometido un robo domiciliario en Guayaybí.
Por otro lado, Lucila Burgos (63), madre de la víctima y del asesino, en medio del dolor manifestó su indignación por la “pasiva reacción” de los tres policías de la comisaría 19ª de Tacuara que, en teoría, debían custodiar la casa de su hija y pudieron haber evitado la tragedia familiar.