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Luis Martínez se desempeñaba como administrador de una agroganadera del distrito de Guayaybí, departamento de San Pedro, perteneciente a Mario Lovera.
Dijeron que en los primeros días de enero recibió la visita de desconocidos que le intentaron sobornar para que detalle los movimientos de su patrón y de esa forma facilite el secuestro.
El pasado 8 del mismo mes, Martínez fue al campo con otros peones para ver la situación de los ganados ante posibles compradores, y a la vez, dar de beber a los animales, y en un momento dado habría sido atacado por desconocidos.
Los peones de la estancia escucharon disparos y tras la búsqueda, lo encontraron tendido en el suelo. Su sombrero tenía un impacto de bala, pero Martínez resultó ileso.
Esto llamó la atención de los investigadores atendiendo a que el disparo que supuestamente recibió en el sombrero se hizo a muy corta distancia.
La esposa de Martínez, Delia Duarte, afirmó que no hay pruebas que incriminen a su marido sobre la simulación de un plagio.
Sospecha que en realidad fue una represalia por negarse a entregar a su patrón.
Dijo que la policía llevó el sombrero que recibió el proyectil mucho tiempo después de haber ocurrido el ataque, por lo que ya fue manipulado por muchas personas
La abogada Beatriz Sotelo, quien pidió la libertad, criticó a la fiscala Sandra Ledesma por oponerse a la liberación de su cliente.