El juez Raúl Insaurralde dispuso su prisión en un calabozo de la Jefatura de Policía del Alto Paraná.
Alfredo Brítez está domiciliado en el barrio Don Bosco de Ciudad del Este, pero fue detenido cuando salía del Country Club, en Hernandarias. Fue llevado a la sede de Delitos Económicos de la Policía. Allí, el contador dijo que sabía que sobre él pesaba una orden de captura y que pensaba ponerse hoy a disposición de la Justicia.
Afirmó que no trabaja con ninguna de las más de 200 empresas investigadas por evasión impositiva, que conoce al otro colega suyo procesado, Ignacio Urbieta Cantero, pero que nunca trabajó con él.
Urbieta es sindicado por el Ministerio Público como el principal sospechoso del esquema de evasión impositiva mediante artimañas y guarda reclusión en una dependencia de la Policía.
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La investigación está a cargo de los fiscales Martín Cabrera y Luis Piñánez, quienes solicitaron la prisión de los imputados.
Están en la mira más de 200 empresas, que habrían usado facturas falsas para evadir impuestos con el asesoramiento de contadores.