El ilícito se produjo a las 12:30 del lunes en el predio de la gasolinera del emblema Petropar apostado en la avenida Santa Teresa y Juan E. O’Leary, en el predio perteneciente a una seccional colorada.
Las cámaras de seguridad grabaron a un empleado de la estación que esperaba sobre su motocicleta a otro compañero con el cual debían ir a depositar en un banco el dinero de la recaudación.
En el video del golpe se observa que los dos criminales, ambos con cascos, aparecieron en otra motocicleta roja justo cuando las dos víctimas iban a partir del lugar con la mochila que contenía el caudal.
Uno de los empleados del surtidor ni siquiera llegó a subir en la motocicleta de su compañero y optó por alejarse del sitio cuando vio el arma de los asaltantes.
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El chofer de la moto, en tanto, intentó acelerar pero también al ver el arma decidió rendirse.
Los dos asaltantes le sacaron la mochila al trabajador de Petropar y su celular y escaparon en su biciclo.
La administradora del local, Giannina Lizette Romero Molas, afirmó que el monto robado asciende G. 295 millones en efectivo y G. 326 millones en cheques.
Para la Policía, es más que obvio que algún empleado infiel facilitó los datos para el robo, ya que los delincuentes sabían perfectamente cómo y cuándo actuar.
La misma estación de servicios, que es relativamente nueva, ya había sido asaltada en la madrugada del 23 de abril pasado, cuando el botín denunciado fue de unos G. 500 millones en efectivo y otros G. 500 millones en cheques. Ese golpe fue cometido por un grupo tipo comando, cuyos cabecillas ya están presos.
No es normal
Al igual que hace cinco meses, cuando fue asaltada por primera vez la estación de Petropar de la avenida Santa Teresa, la Asociación de Propietarios y Operadores de Estaciones de Servicios y Afines (Apesa) remarcó que es imposible que un surtidor maneje semejante cantidad de dinero.
“Los delincuentes van a pensar que las estaciones de servicios son bancos. Ese monto es imposible que corresponda a una operación normal, excepto que acumule semanas de recaudación, cosa que tampoco es común que se haga”, declaró ayer el arquitecto Vicente San Martín, de Apesa.
El surtidor asaltado no está asociado a dicho gremio.
