El fiscal Cantero reiteró que el aporte de O’Higgins es de gran valor en la causa ya que dio nombres y datos que aún no se contaban en el marco de la investigación de un supuesto contrabando del preciado metal, y que tenía como destino final Hong Kong, donde el oro cuesta alrededor de 45 dólares el gramo.
O’Higgins fue el primer despachante del cargamento y que luego fue dejado de lado.
Esta mañana, a primera hora, O’Higgins se presentará ante el juez penal de garantías Humberto René Otazú para la audiencia de imposición de medidas.
El informe parcial sobre el análisis de los lingotes refiere que algunos de los pedazos contenían hasta 20% de oro puro.
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Entonces, de los 480 kilos de lingotes incautados, por lo menos 100 kilos podrían corresponder solamente a oro. De este modo, las ganancias de la organización podrían ser ampliamente mayores a los 550.000 dólares que supuestamente pagaron a la empresa Cristal Esteño SA, de Ciudad del Este.