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Luego de que sortearon innumerables chicanas presentadas por la defensa del exministro del Interior, Walter Bower, durante más de 17 años, por fin la justicia dejó el camino libre para que el magistrado Gustavo Amarilla lleve adelante la audiencia preliminar.
El 18 de abril de 2001 el entonces juez Pedro Mayor Martínez, admitió la imputación fiscal contra Walter Bower y desde entonces el político colorado viene presentando un tendal de incidentes para trabar la realización de la diligencia en la que se tiene que definir si va preso o tiene medidas alternativas. Bower bajo el amparo de camaristas y miembros de la Corte Suprema de Justicia, que dilataron cada presentación realizada por la defensa del imputado, fue ganando tiempo.
El juez fijó para el 19 de marzo a las 8:30 horas la audiencia preliminar para el exministro del interior.
El jueves pasado la Corte Suprema de Justicia a través de su sala Constitucional rechazó “in limine” (sin estudiar el fondo de la cuestión) una acción de inconstitucionalidad planteada por el otro procesado el excomisario Merardo Palacios, quien quería que se anule un fallo de la Cámara de Apelación, que confirmó a Gustavo Amarilla como el juez del caso y con esto ya no hay incidentes pendientes de resolución.
El caso
Los antecedentes de este caso se remontan al 18 de mayo de 2000, cuando los comisarios Alfredo Cáceres y Jorge López, fueron detenidos por ser sospechosos de haber encabezado un presunto golpe de Estado contra el gobierno del entonces presidente Luis González Macchi. Ambos uniformados fueron llevados hasta la Marina, cuyo jefe en ese entonces era Juan Basilio Pavón (fallecido durante el proceso. Las víctimas dijeron en su denuncia ante la fiscalía, que fueron sometidos a todo tipo de torturas por Merardo Palacios, los oficial Osvaldo Vera y Basilio Pavón, y todo bajo las órdenes de Walter Bower, quien era ministro del Interior.
Ante tantas dilaciones el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, dispuso que se abra una investigación para saber por qué tantos años pasaron sin que el caso avance.
La Corte es cómplice
La Corte Suprema de Justicia es la mayor cómplice que tuvo Walter Bower para dilatar el proceso por torturas, ya que haciendo un recuento de cuántos años tardaron los ministros en resolver las presentaciones que llegaron a la máxima instancia judicial, tenemos que para resolver dos acciones se tomaron largos siete años y seis meses.