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El referido magistrado tenía en su contra varias denuncias, como la presentada por el ciudadano alemán Andrea Josef Treitinger, por prevaricato, premeditación y alevosía, así como por producción mediata de documentos no auténticos y asociación criminal.
Dicha acusación se debió a que el magistrado firmó una resolución para que Treitinger sea desalojado de su propia casa, hecho ocurrido el 9 de mayo de 2014, ante el reclamo de un tercero (Dieter Rienberg, también germano) que decía que se trataba de su vivienda, pero los papeles que presentaba eran falsos, según se informó.
Dicho inmueble está ubicado en San Bernardino, fuera de la jurisdicción que tenía Franco Villalba (Caacupé), ya que aquella zona cuenta con su propio Juzgado de Paz.
Se argumentó que también transgredió el Art. 57 del Código de Organización Judicial (Ley 879), que dice que los juzgados de paz en lo civil, comercial y laboral conocerán: “De las demandas por desalojo, por rescisión de contratos de locación que solo se funden en la falta de pago de alquileres y de las reconvencionales, siempre que en todos estos casos no se exceda de la cuantía atribuida a su competencia”.
Otra de las denuncias contra el magistrado que propiciaron su destitución fue la de haber otorgado permiso para viajar a una niña menor de edad, sin autorización del padre, en el marco de la tramitación de un expediente judicial cuya carátula es omitida por tratarse de una menor.
La Coordinadora de Abogados de Caacupé también había presentado una queja en su contra por la supuesta venta de sentencias, de mandamientos de confiscación y hasta de permisos del menor, todas en blanco, para ser llenadas a gusto por el adquiriente. Ahora la Corte Suprema de Justicia deberá nombrar otro juez de paz en Caacupé.