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El cambio del comisario general inspector Adalberto Brizuela Velaztiquí, de la promoción 1987, fue ordenado por el comandante de la Policía Nacional, comisario general comandante Críspulo E. Sotelo Cáceres, mediante la resolución N° 346.
Brizuela fue sustituido por su camarada de remesa, el comisario principal Atilio Gabriáguez Torales, también de la especialidad de Intendencia y quien, de este modo, queda automáticamente habilitado a ascender al grado de comisario general inspector.
El saliente director administrativo, pese a que queda a cargo de la Dirección General de Logística, prácticamente ya no tiene posibilidades de ocupar otro cargo en la cúpula, por lo que su carrera policial de este modo es interrumpida un año antes de cumplir los 30 años de servicio obligatorios.
Adalberto Brizuela fue echado después de que se filtraran documentos internos de la Policía que demostraban que agentes a su cargo cobraban algunos beneficios adicionales sobre sus salarios básicos, como gratificaciones por servicios especiales o pasajes y viáticos, pese a desempeñarse como oficinistas.
Entre los efectivos administrativos que recibían estos rubros figura, entre otros, la suboficial inspector Liz Paola Orué Morel, quien resultó ser una sobrina de la esposa del comandante Sotelo.
El caso desató la molestia, por ejemplo, de los cientos de policías que están comisionados a la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), en la Zona Norte del país, en el operativo con militares y agentes especiales contra el grupo criminal Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Estos efectivos se quejaron de que mientras en Asunción los agentes administrativos cobraban íntegramente sus sueldos, beneficios ordinarios y hasta gratificaciones especiales, en la Zona Norte del país, donde están destacados los uniformados, a veces no reciben sus sobresueldos establecidos en la ley y que representa el 50% del salario básico.
Hoy, la institución brindaría una conferencia de prensa para explicar lo sucedido, ya que también se cuestionó el supuesto cobro irregular de peligrosidad, aunque este beneficio por ley, cobran todos los policías del país.
Duró un año en el cargo
El ahora destituido director administrativo, comisario Adalberto Brizuela, duró justo un año en el cargo, ya que había asumido en lugar del comisario Carlos Joel Jara, uno de los procesados por el supuesto desvío del rubro de combustible, a través de la efectivización del saldo contenido en tarjetas magnéticas de Petropar. Este caso había tumbado incluso al comandante de entonces, Francisco Alvarenga, quien hasta ahora sigue imputado.