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El informe fue dado a conocer ayer en una conferencia de prensa en el Hospital de Trauma (ex Emergencias Médicas), encabezada por el director del centro, doctor Aníbal Filártiga.
La menor había ingresado al hospital hace más de dos semanas, luego de ser derivada desde la capital del departamento de Amambay, donde trabajaba como empleada doméstica en una casa del barrio Jardín Aurora.
Su patrona, Rosa Lorena Delvalle, así como el concubino de esta, el brasileño Anderson Ríos, continúan prófugos desde entonces y presuntamente ya cruzaron a esconderse hacia el territorio brasileño.
De acuerdo con los datos, la menor era violada sistemáticamente por el brasileño, hasta que en una oportunidad su patrona descubrió a ambos en la cama, por lo que torturó a la menor y después la obligaron a consumir soda cáustica.
El líquido “quemó el trayecto que hay entre la boca y el estómago, produciendo quemaduras de diversos grados”, dijo ayer el doctor Filártiga antes de especificar que la chica contrajo una neumonía bilateral grave, lo que motivó su ingreso a la unidad de terapia intensiva, con respirador y coma inducido.
Sobre el motivo de la complicación, explicaron que pudo haber sido intrahospitalaria, debido a las bajas defensas por su cuadro principal, o como consecuencia de que al de tragar la soda también pudo haber aspirado junto con líquido gástrico. Esto último, alojado en el pulmón, puede derivar en una neumonía como la que presenta la adolescente, siempre según el relato de los médicos.
De este modo, al menos hasta anoche, la adolescente seguía con un cuadro grave y con pronóstico reservado.
Asimismo, la chica sigue recibiendo alimentación parenteral, que consiste en inyectar los alimentos directamente a las venas, en un tratamiento que tampoco es barato.
De hecho, hace unos días las fiscalas Teresa Martínez y María Isabel Arnold solicitaron por nota al Ministerio de Salud una ayuda para la compra de un preparado especial elaborado por un laboratorio privado para la alimentación de la adolescente de 15 años.
El costo del preparado que recibe la adolescente víctima alcanza los G. 1.150.000 por día.