En la madrugada del 25 de diciembre de 1993, desconocidos rociaron el local con combustible y le prendieron fuego. El siniestro destruyó gran parte de las instalaciones.
El 16 de enero del año siguiente, un artefacto explosivo de menor porte estalló en el local, que entonces se estaba refaccionando. Los daños fueron menores, pero el temor se instaló en el vecindario.
Tan solo dos días después, cuando ya estaban nuevamente en marcha las tareas de refacción, se produjo el tercer ataque, que fue el más potente.
En horas de la siesta, una explosión destruyó la parte principal del edificio y dio origen a un incendio que arrasó con las instalaciones. El techo se derrumbó, los muebles quedaron totalmente destruidos y las paredes, dañadas.
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Ataques fueron provocados
El oficial 1º Andrés Cattebeke, bombero de la Policía Nacional, confirmó el hallazgo de restos de combustible, nafta, petardo y otros elementos inflamables, que evidenciaban que la explosión fue intencional. Los otros dos ataques también lo fueron.
Dueño denunció amenazas
El propietario del local, el ciudadano argentino Claudio Papparo, había denunciado amenazas anónimas que advertían que el local sería incendiado y él sería eliminado. Sin embargo, el empresario dijo desconocer por completo el origen de los ataques.
“Él había dicho que sus bienes y su vida estaban en peligro, pero no sabía de qué se trataba”, dijo el comisario general Digno Sosa, jefe del Cuerpo de Bomberos de la Policía Nacional.
Robo a mano armada
Beto Barsotti, entonces gerente del local nocturno, recordó que los problemas empezaron tras un robo a mano armada que Papparo sufrió en Fernando de la Mora en agosto de 1993, ocasión en que le despojaron de su camioneta Montero.
Posteriormente, la camioneta fue recuperada y el asaltante fue reconocido por Papparo.
“A partir de ese momento comenzaron las amenazas, y todo se intensificó en diciembre. Creo que Claudio hizo una denuncia en la Policía, y después ya quemaron el local”, comentó Barsotti.
1993: El estudiante Daniel Tellechea, de 15 años, hijo del profesor universitario Fernando Tellechea, fue ultimado de una puñalada en el corazón, y otros 4 jóvenes fueron heridos con arma blanca durante una fiesta estudiantil realizada en el colegio Comercio 1, de Chile y Sicilia. Gustavo Adolfo Espínola, alias Tigre Pelado, se declaró autor del crimen.
2006: El Código de Ética Judicial entró en vigencia el 1 de enero de 2006, y los miembros del Tribunal de Ética Judicial y del Consejo Consultivo iniciaron sus funciones en setiembre del mismo año. Las sanciones previstas son tres: la recomendación de no volver a incurrir en el hecho que dio origen al proceso, el llamado de atención y la amonestación (la más grave).
Farra con Calé y sanción
2007. El 20 de marzo del 2007, el Tribunal de Ética Judicial integrado por los doctores Aníbal Cabrera Verón (presidente), Marco Antonio Elizeche, Luis Mauricio Domínguez y Miguel Ángel Rodríguez, sancionó a los ministros de la Corte Suprema de Justicia Raúl Torres Kirmser, Víctor Núñez y Wildo Rienzi por haber asistido al cumpleaños del senador Juan Carlos Galaverna.
El pedido de sanción fue firmado por los miembros del Consejo Rodolfo Gill Paleari, presidente; Raúl Fernando Barriocanal, José Kriskovich Prevedoni, Ernesto Velázquez y Lucila Gatti de Laterza. Votaron en disidencia Librado Sánchez y Óscar Llanes.
Los ministros alegaron que no fueron invitados en carácter de ministros de la Corte Suprema de Justicia, sino en un ámbito de relacionamiento de carácter personal.
El tribunal concluyó, sin embargo, que los ministros violaron cinco artículos del Código de Ética y otros tres del Código Iberoamericano de Ética Judicial, y les sancionó con la recomendación de no volver a incurrir en hechos similares.
El colegiado destacó el daño causado a la imagen del Poder Judicial y descarta la posibilidad de considerar el hecho planteado como un simple acto social, en atención de la influencia política del anfitrión y la gran concurrencia de personas del entorno del partido político en función de gobierno y de los círculos de poder de la sociedad.
Primera mujer en la Corte
2004: La doctora Alicia Pucheta de Correa asume como la primera ministra de la Corte Suprema de Justicia. Pucheta, quien se desempeñaba como camarista del Tribunal de la Niñez, era una de las tres mujeres de los 23 profesionales que se presentaron para el cargo. Lucila Mercedes Ortiz de Di Martino, Gladys Esther Bareiro de Módica (hoy ministra) eran las demás candidatas.
“Mujeres a la Corte es justicia!” se denominó una campaña que impulsó el nombramiento de una mujer en la máxima instancia del país. El 6 de febrero del 2007, Pucheta asumió por primera vez la presidencia de la máxima instancia judicial, la que ejerció nuevamente en el 2016.
