Jesica, quien pasó a ser la víctima número 17 de feminicidio en lo que va del año, fue ultimada de un balazo al tratar de defender a su tía Élida. El crimen se produjo en la casa donde ambas vivían, en pleno casco urbano de esta ciudad.
Según los datos, Lorenzo y Élida estuvieron juntos durante 14 años y tienen un hijo de 10 años. Vivían en Fernando de la Mora, pero se separaron hace dos años.
Desde entonces, Élida regresó a vivir en la casa de su madre, en este distrito, y trajo consigo a su hijo. Constantemente, el padre del niño venía de visita y le pedía a Élida que regresaran juntos, a lo que la mujer se negaba, justamente porque el hombre era muy violento con ella.
Los familiares de Élida contaron ayer que esta denunció varias veces por amenazas de muerte a Lorenzo, pero que tras cada queja ante la Policía el hombre llamaba a la madre de su hijo e intensificaba el hostigamiento. Le decía que la iba a matar y que se suicidaría.
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Finalmente, el hombre llegó a la casa de su exmujer, el viernes de tarde, con una campera liada por la mano, dentro de la cual escondía un arma. Tras encontrarse con su exmujer, gatilló tres veces contra ella, pero el arma falló, lo que dio tiempo a Élida a refugiarse en un vecino.
La sobrina de Élida, Jesica, estaba en otra pieza y al salir a ver lo que pasaba fue ejecutada por Lorenzo, quien después huyó hacia la ciudad de Nueva Toledo.
Desde su escondite, el feminicida llamó a un tío de su hijo y le advirtió que volvería para matar a Élida, ya que Jesica no era la que tenía que morir. Ayer de madrugada, llamó también a su exmujer y le dijo lo mismo.
