PEDRO JUAN CABALLERO (Cándido Figueredo Ruiz, de nuestra redacción regional).El atentado se produjo minutos antes del mediodía en la intersección de las calles Rubio Ñu y 14 de Mayo, en la esquina del conocido colegio Centro Regional de Educación “Dr. Raúl Peña”.
Según los datos, el suboficial mayor Samuel Riquelme Escobar (39), de la división de Investigación de Delitos de la Jefatura de Policía de Amambay, se encontraba en el sitio esperando a su esposa, dentro de su automóvil Volkswagen Gol rojo.
Repentinamente, aparecieron en la escena dos matones a bordo de una motocicleta Honda. Los criminales directamente abrieron fuego contra el agente, con pistolas calibre 9 mm. El efectivo, que estaba vestido de civil, detectó a tiempo la intención de los pistoleros y también reaccionó con su arma de fuego.
En la impresionante balacera el primero en caer con disparos en la cabeza fue uno de los matones, Bernardo Agusti Paniagua (26), oriundo de la colonia Fortuna Guazú de Pedro Juan Caballero, quien estaba vestido con un jean, una campera de cuero y usaba casco.
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Su cómplice, hasta ahora no identificado, no tuvo otra opción más que huir a pie el ver que Bernardo había caído al asfalto mientras estaba montado sobre la motocicleta.
En su fuga el malviviente siguió disparando hacia el rodado del policía, quien a su vez también acusó al menos dos balazos en el tórax, pero fue auxiliado casi inmediatamente por sus camaradas que hacían una patrulla por las inmediaciones.
El uniformado fue operado y se encuentra fuera de peligro, mientras que el sicario quedó con muerte cerebral.
También dos estudiantes
En las redes sociales los pedrojuaninos alzaron minutos después la foto de dos estudiantes del colegio “Dr. Raúl Peña” que igualmente resultaron con heridas de refilón, a consecuencia del tiroteo que ocurrió en la esquina de su institución.
“Guerra” entre narcos y policías
Aunque la Policía departamental no se animó a confirmar el dato, en Pedro Juan Caballero se maneja la información de que este nuevo atentado obedece a la “guerra” declarada que existe entre una poderosa facción de narcotraficantes y un grupo de agentes corruptos que están supuestamente “marcados” y que fueron amenazados con ser eliminados “uno a uno”.
La disputa se había iniciado el año pasado, supuestamente, después de que un camión repleto de cocaína fuera detenido en Pedro Juan Caballero pero liberado tras el pago de una coima de 200.000 dólares. Sin embargo, el mismo rodado habría sido retenido solo minutos después por otro grupo de policías, quienes volvieron a sacarles otros 100.000 dólares a los traficantes. Pero la gota que colmó el vaso de agua fue cuando un tercer equipo de uniformados volvió a atajar el camión antes de que cruzara la frontera hacia el Brasil e intentara nuevamente cobrarles otro 100.000 dólares a los financistas de la droga.
Como respuesta, este último grupo de policías ya habría recibido la amenaza de que serían eliminados uno a uno.
“Gringo” González
De hecho, posteriormente tres policías locales ya fueron asesinados por la red criminal que supuestamente comanda el capo Clemencio González, alias “Gringo”, prófugo desde enero de 2015, cuando rescató personalmente de la sede de la Jefatura de Policía, en Pedro Juan Caballero, una carga de 252 kilos de cocaína incautada solo una semana antes en la colonia Fortuna Guazú, de donde justamente es oriundo el sicario abatido ayer por el suboficial.
Los otros uniformados asesinados
- El 15 de abril de 2016 el oficial inspector Fabio Brizuela (36), de la división de Investigación de Delitos de la Jefatura de Policía de Amambay, fue asesinado a balazos al ser interceptado cuando se dirigía a su casa, a bordo de un automóvil, tras presenciar un partido de fútbol en una cancha sintética de Pedro Juan Caballero.
- El 10 de noviembre de 2015 el suboficial segundo Gustavo Agüero Ramírez (26), del Grupo Especial de Operaciones (GEO) del departamento de Amambay, fue hallado sin vida y con tres impactos de bala en la cabeza, en un camino vecinal de la colonia Cerro Corá’i, en las afueras de Pedro Juan Caballero.
- El 5 de octubre de 2015 el suboficial primero Óscar Selvino Vargas (32), de la división de Investigación de Delitos de la Jefatura de Policía de Amambay, fue acribillado por cuatro sicarios armados con fusiles FAL calibre 7.62 que lo atacaron cuando llegaba a su casa de Pedro Juan Caballero.